La historia de Yuki (Parte 1)

Publicado por Hikari | Etiquetas: , | Posted On sábado, 24 de octubre de 2009 at 12:14

Bueno, pues han aparecido dos nuevos espíritus, las dos hermanas, Yuki y Sui. Aunque debería hacer la historia de las dos, voy a hacer la historia sólo de Yuki, ya que Sui, como es la pequeña y la más protegida... hay poco que contar de ella xD Yuki es más aventurera... tiene una vida un poco más interesante (pobre Sui xD). En fin, como parte de la historia de Yuki se vio en la de Ishida, pues vais a ver más o menos lo mismo desde otro punto de vista (esta historia sí que la haré en varias partes xD, porque son las últimas que se incorporan y hay mucha cosa xD).


Yuki Kojima, hija de una de las familias más ricas e influyentes de toda Rasofia. Era una niña dulce y cariñosa que siempre había tenido todo lo que había deseado. Una niña algo consentida, hasta que en el año de su séptimo cumpleaños (sin haberlos cumplido aún), nació su hermana pequeña Sui. Una niña muy mona que acaparó la mayor atención de sus padres. Yuki quedó algo desplazada y pasó a ser cuidada por una de las criadas de la casa. Yuki quería estar con la niña pequeña, pero los padres siempre le decían que no se acercara, que Yuki era muy pequeña y le podría hacer daño. Sus padres, para mantenerla un poco alejada, le decían a esta criada que se la llevara a jugar por el jardín o que la llevara a ver la ciudad. Yuki empezó a agriarse porque sus padres la apartaban un poco. Decidió hacerse amiga de la criada, en vez de tratarla como una trabajadora o una esclava como a veces trataban sus padres a sus criados. El comportamiento de Yuki dejó de ser tan fino como era antes. La criada, al ver que la mayor de las hermanas era mucho menos repelente con todo aquel ajeno a su familia, un día decidió llevarla al mercado, para que la acompañara mientras hacía la compra para sus señores.

Al principio, la pequeña Yuki estaba algo cohibida, porque no estaba acostumbrada a ver a tanta gente, y en cierto modo, poco pulcra. Se acercaron a varios puestos y la niña estaba todo el rato pegada a su criada, observando a todo el mundo. Pararon en el puesto de fruta y Yuki miraba todo el rato al tendero, que era un hombre muy grande y muy moreno (comparado a ella, que era muy blanquita).

Tendero: ¡Vaya! Qué niña tan mona, señora Michi.
Michi: ¿Verdad que sí? Además es muy buena. No se ha separado de mí en ningún momento.
Tendero: Ah, qué buena niña! ^^ ¿Como te llamas, bonita?

Yuki se alejaba un poco y se escondía detrás de la criada, la señora Michi. El tendero le seguía sonriendo, y a aquel hombre tan enorme que había visto antes, ahora le veía un aire muy amable, así que con una vocecita muy fina y algo temblorosa dijo "Yuki..."

Tendero: ¿Yuki? Que bonito nombre ^^
Michi: Es la hija de mis señores, que hoy viene a acompañarme a hacer la comprar, ¿verdad que sí?
Yuki: Sí...

El tendero sonríe y le ofrece una manzana a Yuki. Al principio no quiere, pero Michi le dice que la coja. Así que la coge y le da las gracias. En el carruaje de vuelta a la casa, la señora Michi le pregunta a la pequeña si se lo ha pasado bien a lo que Yuki contesta muy contenta que sí. Las siguientes semanas, siempre acompañará a su criada para ir al mercado, porque era un mundo diferente al que estaba acostumbrada, y le fascinaba. Durante más de un año la acompañó cada miércoles, día de mercado, a la ciudad, hasta llegó a conocer a los tenderos de muchas paradas. Al cabo del tiempo, la señora Michi enfermó y murió. Yuki lo pasó muy mal y sus padres no hacían más que decirle que sólo era una criada, que no llorara, que contratarían a otra. La pequeña Sui, con cerca de dos años, veía a su hermana llorar, se apoyaba en sus piernas y la miraba con cara triste.

Durante bastante tiempo dejó de ir al mercado. En ese tiempo se volvió una chica algo fría. Para que se olvidara de esa criada, sus padres le compraban muchas cosas y hacían bastantes fiestas, pero todo eso no hacía más que molestar a Yuki. Con 10 años decidió que quería volver al mercado. Iba de mucho en mucho y siempre acompañada de dos guardias, que no le dejaban hablar con nadie. Eso le molestaba mucho. Conforme iba creciendo, se iba escapando de casa para poder sentirse un poco libre y hacer lo que ella en realidad quería. Al principio sólo huía de los guardias los días de mercado, pero cada vez más se escapaba de casa para ir a otros sitios. Así que los guardias que la vigilaban en el mercado pasaron a buscarla constantemente. Así durante unos cuantos años. Un día de mercado, con 14 años, logró evadir a sus guardias, que cada vez eran más y más pesados. Paseando por el mercado, iba charlando con sus viejos conocidos tenderos y disfrutaba mucho al oír que se había vuelto una jovencita muy bonita y que habían echado de menos verla por allí. Absorta en sus pensamientos, un chico pasó por su lado y le dio en el brazo con una caja, produciéndole un arañazo. Ella pensó que se giraría y se disculparía, pero al ver que no lo hizo, lo siguió y lo paró.

(Inciso: Como ya sabemos quien es ese chico, voy a poner el nombre directamente xD)

Ishida: ¿Qué quieres?
Yuki: ¿Cómo que qué quiero? ¡Me has dado con la caja!
Ishida: Esto te pasa por estar en medio.
Yuki: ¡Oye, lo mínimo que puedes hacer es pedir disculpas!
Ishida: Yo no tengo la culpa que estuvieras en mi camino. Haberte apartado.
Yuki: ¡Mira, niñato! ¿Ves esto? ¡Es sangre!
Ishida: Es sólo un arañazo.
Yuki: ¡Por una cosa como ésta podrías estar ya encarcelado! Pide disculpas, y no me chivaré.
Ishida: Te lo voy a decir una vez sólo así que para atención. Si una niñata atontada como tú no mira por donde anda y se mete en mi camino, yo no...

Entonces vino una mujer por detrás y agarró al chico, diciéndole que le pidiera disculpas. Al principio él se negó pero esa mujer le dijo algo y el chico se disculpó algo receloso. La mujer se marchó pidiéndole disculpas también. Yuki se quedó muy extrañada. Nunca la habían tratado así y empiezó a sentir curiosidad por ese chico. Por detrás empiezó a oír las voces de los guardias, que la habían descubierto. Ella intentó esconderse, pero la cogieron y se la llevaron a su casa, aunque ella se resistía. Esa noche tuvo una discusión con sus padres, que le decían que tenía que comportarse como una señorita, en vez de andar huyendo como si fuera una cualquiera. Yuki les dijo que ella no quería convertirse en alguien tan estirado como ellos y se encerró en su habitación. Llena de rabia, huyó como pudo por la ventana. Los guardias la descubrieron, pero ella logra darles esquinazo y se escondió en el bosque. Como al cabo de un buen rato vio que aún no habían dado con ella decidió mirar a ver donde estaban. Los veía a lo lejos. Entonces algo le toca la espalda. Se asusta mucho, pero para no hacer ruido se tapa la boca. Se gira y ve a un chico "¡Calla! ¡No hagas ruido!" le dice Yuki. El chico le dice que quizás debería avisar a los guardias pero Yuki le suplica que no lo haga. Entonces ve como los guardias se van acercando y coge al chico de la mano y se van corriendo.



Bueno lo dejaré aquí que luego hay gente que se queja porque los hago muy largos xD



©Hikari

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