Juegos de miedo

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On jueves, 19 de agosto de 2010 at 22:26

Bien, hoy os voy a contar el sueño que me ha impedido descansar bien esta noche T_T Joer, últimamente no tengo más que sueños de estos óò ¡¡QUIERO UN SUEÑO DIVERTIDO!!

Estaba con Carlos al lado de una gasolinera. Era una sala cuya pared estaba cubierta de racholas cuadradas pequeñas grises. Próxima a la esquina había una máquina de juegos, blanca. Carlos y yo estábamos jugando. Era como una aventura gráfica de miedo. En el juego, un personaje le hacía una pregunta al protagonista "¿Cuántas veces quieres que... ? (no recuerdo exactamente que decía ahí). Te daba varias opciones para poner y Carlos me dijo "Siete" con cara de "ese mismo...". Salimos a fuera a la gasolinera a comprar agua y luego volvimos. Yo me metí en lo que había inmediatamente al lado de la gasolinera y Carlos me decía que no era ahí, y yo tozuda que sí. La pared era algo más clara pero no me daba cuenta hasta que me encontré con un váter (no de los de taza, de los otros xD) y miraba a Carlos y le daba en el brazo "¡Ves como no era aquí!" y salía corriendo riéndome. Carlos me seguía. Entramos en la sala de juegos riéndonos y nos encontramos a una chica al lado de la máquina, que nos miró seria al entrar (se parecía a Inoue de Bleach).


Nosotros la miramos pero como la chica no decía nada nos pusimos a jugar. Esta vez se puso Carlos a la máquina. Llegamos hasta una pantalla donde había una rueda de bronce con unos grabados. Carlos pulsó encima y la rueda giró. Yo le dije que quería hacerlo yo y me puse con la máquina. Le pregunté a Carlos "¿Cuántas vueltas habrá que dar?" y la chica contestó "Siete". Yo la miré sorprendida y empecé a darle clics a la rueda para que girara. Al sexto clic salía un vídeo del protagonista dando la séptima vuelta a la rueda. Entonces, en el juego, se abría una puerta y salía como una luz. La chica dijo "Ya vienen...". Carlos y yo miramos a la chica un poco acojonados ya. Yo miré a la pantalla de la máquina y salía la calle donde estábamos, un poco más para arriba. Se veía a una mujer con traje gris y pelo corto y liso caminando y un hombre con traje negro. De pronto la chica empezó a temblar y a pedirnos ayuda. Mientas la chica nos hablaba se abría la puerta del local. Entró la misma mujer que había aparecido en la pantalla con dos hombres que parecían guardaespaldas. Yo, asustada, cogí mi mochila y salí de allí, dejando a Carlos y a la otra atrás. Mientras salía, intentando parecer tranquila, me crucé con la mujer que me observó atentamente y muy seria por encima de sus gafas de sol. Yo hice como que no vi nada y salí de allí. En cuando pisé la calle salí corriendo.

No sabía a dónde iba. Parecía la zona de Plaza Espanya, pero por más que corría no lograba llegar a ningún sitio conocido. Entonces llegué a una calle y al mirar hacia arriba vi al hombre que había aparecido en la máquina de juegos, también con gafas de sol. Detrás de él iban dos hombres vestidos de enfermeros, que sostenían a Carlos por sus brazos. Carlos estaba medio inconsciente. El hombre me miró y yo crucé la calle para alejarme de él. Corría lo más rápido que podía, pero aún así, el hombre, que iba caminando, siempre estaba tras mi espalda. De repente, alguien me coge la mano. Me giro muy asustada, pero sólo era un niño pequeño, que parecía haberse interpuesto entre el hombre y yo. "¡Vamos a jugar!" me dijo el niño. Yo le cogí la mano y corrí tras de él, por fin pudiéndome alejar de aquél hombre. Gracias al niño llegué a la estación de metro. Era una estación muy rara. Los trenes eran de dos plantas, pero estas estaban incomunicadas, así que para permitir a los pasajeros subir a la planta de arriba, los asientos se iban moviendo mediante unas máquinas de un lado a otro de la estación y de arriba abajo. Una de esas máquinas con el asiento parecía que se acercaba hacia mí, y cuando estaba casi encima mío y yo me agaché para esquivar, cambiaba de dirección, siguiendo las vías del techo. Cuando me levantaba el niño ya no estaba.

Miraba en el cartel si estaba en el andén correcto. "Dirección Hospital de Bellvitge" vi en el cartel, alegrándome de que no tenía que cambiar de andén. Entonces aparecieron por detrás Carlos, que parecía estar más normal pero yo lo veía raro, junto con un amigo suyo llamado Víctor. El amigo me miraba y me sonreía diciendo "¿Quieres subir? Yo te lo pago". Vi que iba en dirección a las máquinas donde se pica el billete con 3 € en la mano y preguntando "¿Dónde se mete el dinero aquí?". Carlos permanecía atrás, sin decir nada. Yo, algo extrañada, me acercaba a la máquina diciéndole a Víctor que llevaba tarjeta de metro. Metía la tarjeta en la ranura...



Y ahí se acaba el sueño... En serio que lo he pasado mal xD Me he despertado nerviosa, pero con la sensación de no entender nada... Que mal rollo... ¿¡Dónde están mis sueños de detectives!? xDD



Hikari

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