The Lost Light (46)

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On viernes, 13 de agosto de 2010 at 18:31

Mina sermoneó a Ishida diciendo que siempre evadía sus responsabilidades justo antes de desaparecer en las sombras. Apareció afuera, donde estaban todos junto al dragón. Mientras tanto, Ishida no hacía más que quejarse. “¿Por qué tengo que hacer lo que me dice ella? ¿No soy ya mayorcito para tomar mis propias decisiones?” iba replicando mientras se vestía. Yuki se iba poniendo su ropa muy seria. “¡Pues no me da la gana de ir! Encima que no hace más que fastidiar…”

Yuki: Yo quiero ir…
Ishida: ¡Pero Yuki! Pensaba que ahora estábamos tú y yo… Que lo demás no importaba… ¿Qué más da lo que diga la mandona esa?
Yuki: Mina tiene razón… tenemos que afrontar nuestras responsabilidades…
Ishida: ¡Yuki!
Yuki: ¡Ishida, tiene razón! ¡Deja de quejarte como si fueras un crío! Que has vivido más de mil años…

Ishida se molestó por el comentario de Yuki, y se negó a ir con ellos. Yuki se enfadó por la actitud de Ishida, y salió de la habitación dando un portazo. Bajó abajo donde estaban todos. Koan, Mitsu y Ryuka la miraron con una cara burlona, pero Yuki les devolvió una mirada muy seria. Mina le preguntó a Yuki dónde estaba Ishida, y ella le dijo que no venía. Mina se enfadó e iba a ir a buscarlo, pero Yuki la frenó y le dijo que lo dejara estar. Iban a montar sobre Spiky, pero Mina le dijo a Akane que no fuera.

Akane: ¿¡Por qué!?
Mina: Está claro que es una trampa para atraparte. No me quiero arriesgar.
Akane: ¡Pero yo quiero ayudar!
Mina: ¡Y yo no quiero que te pase nada!

Akane se sorprendió porque era la primera vez que Mina le hablaba así. “Ya que Ishida no viene, que haga algo de provecho y cuide de Akane.” dijo Mina muy seria. Todos subieron en el dragón. Mitsu abrazó a Akane y le dijo que volverían pronto. Subió en el dragón y se marcharon. Akane se entristeció porque la dejaron allí. Subió a la habitación donde estaba Ishida pero ya no estaba. “Y encima me quedo sola…”. Bajó de nuevo hacia abajo y se encontró a Ishida con un caballo galopando rápidamente. Cuando la vio, paró y le preguntó que qué hacía allí sola. Akane le contó lo que le dijo Mina. Ishida, al oír el nombre de Mina se molestó un poco y le dijo a Akane que él se iba a la capital, que si quería que fuera con él. Akane no dudó un segundo y en seguida se fueron juntos. “Podríamos ir más rápido si apoyaras al caballo con tu magia.” A Akane le pareció una buena idea, y gracias a su magia, el caballo galopaba mucho más rápido y sin cansarse.

Llegaron los espíritus a la capital de Rasofia el 23 por la mañana. Parece ser que el rey y sus guardias los habían estado esperando toda la noche, y habían tenido a sus prisioneros esperando en la intemperie desde hacía dos días. En la plaza había muchos guerreros, pero también había muchos pueblerinos y algunos sabios, que no tenían nada que ver. Mina enfureció por ello, porque si herían a gente inocente las cosas se volverían contra ellos.

Rey: Por fin aparecéis…
Koan: ¡Libéralos! ¡Ellos no tienen nada que ver en todo esto!
Rey: Vaya… si han venido también los dos aprendices desagradecidos que rechazaron mi amabilidad y decidieron irse ¡CON UNA ASESINA!
Mitsu: ¡Akane no es ninguna asesina!
Ryuka: ¡Aquí el único asesino es usted! ¡Libere a esa gente!
Rey: ¿Quiénes son esos? No me digas que sois los espíritus aquellos…
Yuki: ¡Baja aquí y compruébalo tú mismo!

Mina entre las discusiones a gritos de sus compañeros con el rey, desapareció en las sombras y fue a aparecer justo delante del rey. “Sé lo que has estado haciendo, rata traicionera, y no voy a perdonar que sacrifiques gente inocente para tu propio beneficio.” El rey la miró fijamente y dejó ver una cara de terror entre toda su soberbia.




©Hikari

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