Last Century 15

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On miércoles, 12 de enero de 2011 at 11:30

Azumi cayó de la azotea. En la habitación, Johnny, que veía lo que pasaba, tiró la pantalla y sacó el móvil, transformándolo en el patín. “¡Ya voy, Azumi!” gritó mientras salía volando por la ventana velozmente. Mientas tanto, Azumi seguía cayendo. Intentó pensar la manera de evitar la caída, pero no había nada a lo que agarrarse. Entonces miró a la pared y se le ocurrió una idea. En el aire, a 5 metros del suelo, se pone horizontal y pega los pies a la pared. Intenta concentrar la energía en los pies lo más rápido que puede. En 2 segundos la energía estaba en las plantas de sus pies y frenó en seco próxima al suelo. Johnny llegó y se la encontró suspendida en el aire y empezando su marcha de nuevo hacia arriba. Corriendo por la pared vertical llegó hasta arriba y se encontró al monstruo que iba a salir por la puerta. Azumi pegó un saltó, aprovechando la fuerza que tenían ahora sus pies, y, apoyando las manos sobre la pared de encima de la puerta, pegó una patada en la cabeza al monstruo, que fue llevado hacia atrás hasta el borde de la azotea. El monstruo se levantó con dificultad y Azumi se sentía preparada para atraparlo definitivamente. El monstruo se abalanzó sobre ella pero Azumi lo paró con la pierna. Pasando la energía de su pie izquierdo, que estaba apoyado en el suelo, a su mano izquierda, agarró al monstruo y lo estampó contra la pared. Azumi se echó hacia atrás y el monstruo se volvió a levantar. Johnny le dijo que le diera en la nuca un golpe fuerte. El monstruo, al oírlo corrió hacia Azumi y la golpeó. Perdió un poco el equilibrio y el monstruo vio una oportunidad para atacarla de nuevo. Sin embargo, Azumi saltó en el aire mientras el monstruo golpeaba. Tomó el hombro del monstruo como base para volver a saltar y, con el monstruo a su espalda, dio una patada hacia atrás, con toda la energía acumulada en su pie, dándole en la nuca. El monstruo salió disparado hacia delante, yendo a caer de la azotea. Sin embargo, los Residentes Hostiles debían ser capturados vivos, así que Johnny bajó rápido a parar al monstruo, que al pesar tanto, bajó el patín de golpe, así que pulsó bien fuerte el botón 5 para subir. Sin embargo lo que hacía era bajar lentamente. Azumi quiso bajar a ayudarlo pero una cosa era subir por una pared vertical y otra, bajarla. Así que fue rápido por las escaleras porque estaban a punto de terminar las clases. Llegó abajo y se encontró al monstruo en el suelo. “¿Johnny?” preguntó Azumi al aire, porque no lo veía por ninguna parte. Bajo el monstruo oyó un murmullo. Capturó al monstruo con la gema y ahí estaba Johnny, chafado, con el móvil en la mano. “Odio estos bichos tan grandes…” dijo Johnny levantándose del suelo. Azumi lo cogió y lo limpió un poco.
  • Je, je. Pobre… Siento que te tuvieras que encargar tú de eso…- decía Azumi mientras lo limpiaba.
  • Bueno… son gajes del oficio. ¡Dios, estoy asqueroso!
  • Esta tarde si quieres te doy un baño.
  • ¡No! Que aparte de que me hincho luego estoy todo el día echando agua cuando juntos los brazos…
  • Ja, ja, ja, ja ¡Si quieres te tiendo al sol! Ja, ja, ja.
  • Sí… Ja… Ja… Ja… Mira como me río… ¡Me gustaría verte rellena de algodón!
De repente sonó el timbre. Azumi desactivó la gema y corrió hacia la ventana que daba a la enfermería. Por suerte estaba abierta, entró y se estiró en una cama. A los dos minutos entró Yuuna para ver como se encontraba. Azumi le dijo que ya estaba mejor y se fueron juntas para clase.
Johnny volvió a la habitación con el patín y se intentó quitar la suciedad con un pañuelo de Azumi que había en la mesa. Frotaba pero sólo consiguió ensuciarse más, así que lo dejó estar. Se esperó a que volviera Azumi para ver si ella podía limpiarlo un poco. Encima de la mesa se quedó dormido. Por la tarde volvieron Azumi y Yuuna a la habitación. Azumi vio a Johnny tumbado encima de la mesa y le dio un golpecito para despertarlo. Cuando se despertó le hizo un gesto para que no dijera nada, ya que estaba Yuuna en la habitación.
  • ¡Me voy a duchar! – dijo Azumi
Se metió en el baño y Yuuna le preguntó si quería que llevara su ropa sucia a lavar. Azumi le dijo sí. Así que Yuuna cogió el cesto con la ropa sucia. Antes de salir vio que encima de la mesa había un pañuelo sucio y vio que el peluche también estaba sucio. “¡Me llevo la vaquita a lavar!” gritó Yuuna, pero Azumi no la sintió porque estaba debajo del grifo abierto. Johnny estaba dentro de la cesta sin poder moverse, deseando por favor que no hubiera suficiente sitio en la lavadora para él. Pero, por desgracia, sí que hubo, y acabó metido dentro de una lavadora.

Azumi salió de la ducha y vio que Yuuna aún no había vuelto, así que se dispuso a hablar con Johnny, pero no lo encontró. Pensó que habría ido a Last Century, y no se preocupó. Se vistió y al ponerse los calcetines pensó “Vaya, los largos de rayas están para lavar…” En ese instante se le ocurrió la posibilidad de que Yuuna hubiera cogido a Johnny para lavarlo. Salió corriendo de la habitación hacia la lavandería. Por el camino se encontró con su compañera y le preguntó si había cogido un peluche que había encima de la mesa. Ella le dijo que sí y enseguida Azumi salió corriendo de nuevo hacia la lavandería. Yuuna fue detrás de ella. Llegaron las dos y Yuuna le dijo que era la tercera lavadora y Azumi se agachó a mirar a ver si lo veía. “¿No se puede parar?” preguntó Azumi asustada y Yuuna le dijo que no lo sabía, pero que le quedaban sólo 5 minutos porque la había puesto en un programa corto. Azumi esperaba impaciente a que terminara. Cuando terminó cogió el cesto y empezó a sacar ropa hasta que apareció el peluche. “Oh, no…” pensó Azumi, que subió corriendo a la habitación. “¿No quieres que lo tienda?” le dijo Yuuna, pero no le hizo caso y corrió rauda a la habitación. Una vez allí empezó a llamarlo.
  • Johnny. ¡Johnny! ¿Me oyes? ¡Johnny, contesta por favor!
  • Ay… que mareo tengo…
  • ¡Ah! ¡Estás bien! – exclamó Azumi abrazando al muñeco, lo que la empapó. – Oh, vaya… ¡Lo siento mucho, Johnny!
  • Ah… todo da vueltas…
Azumi lo envolvió en una toalla y lo tumbó encima de la cama, mientras le iba apretando un poco para que fuera saliendo agua.
  • Azumi…
  • ¡Dime! ¿Quieres algo?
  • No vuelvas a dejarme a solas con esa chica… Por favor…
  • Je, je. Está bien.



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