Hana (22)

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On jueves, 22 de septiembre de 2011 at 16:33

Hoy, por ser un día especial, toca más largo y con muchos sentimientos de por medio :) Por cierto, me acabo de fijar que el número de Hana coincide con el día en que se publica xDDD Está claro que esta semana tenía que haber especial por varios motivos jaja
En fin, vamos allá :D

      Kato se sobresaltó y se enfadó por lo que Yoichi estaba contando. Éste lo miraba extrañado. No entendía por qué había reaccionado así. Todos estaban callados. Hana tenía la vista hacia abajo, la situación le resultaba bastante incómoda. Yoichi lo miraba, esperando a que explicara qué le pasaba, pero él seguía ofuscado. Miró a Ryosuke buscando una respuesta, pero éste sólo torció la boca, sin pronunciar palabra. Kato se cansó de ese silencio acusador, así que se levantó de sopetón, empujando su silla hacia atrás, y salió de la clase.
      – ¿Pero qué narices le pasa hoy? – preguntó Yoichi mosqueado.
      – Bueno – comentó Hana, tranquila –, últimamente está algo irritable… – tras el comentario, rodó los ojos. Ryosuke, apoyando la barbilla sobre sus manos, la miró de reojo.
      – Atontado es lo que está – Yoichi chasqueó su lengua, mientras se echaba hacia atrás, apoyando su espalda en el respaldo de la silla y metiendo sus manos en los bolsillos.
      Se formó otro silencio en el grupo. Al ver que Kato no volvía, Yoichi se empezó a preocupar. Se sentía mal por los comentarios que había hecho y pensó en ir a buscarlo para disculparse, pero Ryosuke lo frenó, diciéndole que le dejara un poco a su aire, que ya volvería.
      – Hana – dijo Natsumi sonriente. – ¿Me acompañas al lavabo?
      – ¿Eh? – Hana se sorprendió por la pregunta tan repentina. La mirada de Natsumi indicaba que quería comentar lo sucedido entre ellas dos. – Sí, claro.
      Las dos se levantaron y les sonrieron, a modo de disculpa por dejarlos solos. “Ya van a cotillear” dijo Ryosuke divertido, mientras las chicas cruzaban la puerta del aula. Ambos rieron.
      – Dime, Hana – Natsumi adelantó con un pequeño salto a su amiga y la miró directamente. – ¿Tú sabes por qué Kato se ha enfadado así?
      – No sé – dijo Hana dudosa. Después de todo lo que le había dicho Kato, llamándola cotilla, no sabía si contándole a Natsumi el motivo por el cual estaba tan molesto sería lo correcto.
      – Sí lo sabes – se quejó Natsumi. Hana adelantó a su amiga, camino al lavabo, sin decir nada. Natsumi cruzó los brazos y suspiró. Se acercó a ella y acercó su boca a la oreja de Hana. – ¿Es que acaso es Ayaka la chica con la que estaba liado? – Hana volteó la cabeza de golpe, y la miró con los ojos bien abiertos. Luego volvió la vista al frente. – Es ella, ¿no? Qué fuerte…
      – Al final si ha resultado ser una guarra – dijo Hana con media sonrisa, recordando lo que le dijo su amiga cuando le contó que vio a Kato con una chica en la azotea.
      – Ya ves… ¿Y Kato? No me lo esperaba – siempre había ido detrás de las chicas guapas, pero Natsumi era incapaz de creer que se lanzara a por una chica con novio.
      – No sé. Por cierto, Natsumi – Hana la miró torciendo la boca, de reojo pero con unos fijos, que por algún motivo ponían a Natsumi algo nerviosa. – ¿Por qué te ha molestado a ti lo que ha contado Yoichi?
      – ¿Eh? – de repente, Natsumi se sonrojó. Una risa nerviosa invadió su garganta y desvió la mirada hacia el suelo. – Que va. A mí no me ha molestado.
      – ¿Ah, no? Habría jurado que la mirada que le has echado a Yoichi cuando ha dicho que le habían tirado la caña era algo así como asesina? – dijo Hana riendo.
      – Bueno – Natsumi entrelazó sus dedos, buscando las palabras que decir –. No es que me haya hecho gracia, precisamente.
      – Ya. Así que te gusta Yoichi. – Natsumi asintió. Era la primera vez que Hana veía a su amiga tan seria y tan avergonzada. Casi podía ver sus manos temblar. Hana se adelantó y se puso delante de ella, mirándola directamente a los ojos, sonriendo – ¿Por eso me acompañabas siempre a ver de entrenar a Kato? ¿Porque también estaba Yoichi? Podrías habérmelo dicho.
      – Lo siento – se disculpó Natsumi, apartando la mirada de los ojos de Hana, avergonzada. – Es que tampoco estaba muy segura, ¿sabes? Sólo que al verlo estaba contenta. No quería decir nada porque era como afirmar algo que no tenía claro… era como si yo sola me hiciera ilusiones… no sé. Lo siento.
      – Da igual, tonta – Hana no había borrado su sonrisa en ningún momento. Realmente entendía los sentimientos de su amiga. – Tus motivos tendrías para no decírmelo. – llegaron finalmente al lavabo. Se pararon en la puerta y siguieron hablando. – ¡Eso sí! ¡A partir de ahora me lo vas a contar todo! Que quiero ver como tú tienes más suerte que yo.
      – No creo que sea su tipo – dijo Natsumi, desanimada.
      – ¡Pero eso tiene solución! Ya verás. Te voy a convertir en una mujer explosiva – Hana la miraba divertida, levantando sus cejas.
      – Que tonta. Eso te lo dije yo – Natsumi empezó a dibujar una sonrisa.
      – Uy, pues mejor no, porque conmigo no ha habido suerte – Hana se reía, y contagiaba la risa a su amiga –. Estás mucho mejor siendo como eres.
     Natsumi golpeó la cabeza de Hana, por la vergüenza que le había hecho pasar al hacerle confesar sus sentimientos en voz alta. Aún así, sus ojos estaban brillantes, llenos de alegría y de afecto gracias a su amiga.

:D


© Hikari

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