Juego de imaginación

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On domingo, 23 de octubre de 2011 at 12:52

No puedo con este ritmo... necesito vacaciones YA!!! Que sueño....
Bueno, ya lo avisé, que ayer seguramente no podría escribir nada... y efectivamente, estaba en lo cierto xDD Dormí tres horas.... así que mi cabeza luchaba para mantenerse despierta a toda costa... y no pude escribir xD Pero bueno, aquí estoy hoy :D ¡Resultado!

  • Arisu se va a morir de la vergüenza, pero va a aguantar el tipo delante de toooodos sus compis! CON DOS COJONES
Y nada, a ver que sale de aquí hoy. ¡Oh, y mi libreta de personajes! *Busca, busca...
....
Uff aquí está.... Pues nada, a ver que sale hoy de aquí :D

      Arisu se vio rodeada de un grupo de gente de su edad, sonrientes y curiosos en saber más sobre ella. Se empezó a poner nerviosa, y su pierna derecha empezó a temblar. Inspiró profundamente y cruzó su pierna izquierda por encima de la derecha, para disimular su temblor.
      – ¿Tu nombre es Arisu Iwakura, verdad? – preguntó uno de sus nuevos compañeros.
      – Sí... Encantada – Arisu hacía esfuerzos por sonreír naturalmente, aunque imaginaba su cara y se veía con una sonrisa falsa forzada. Lo único que hacía era darse apoyo a ella misma mentalmente.
      – ¡Uah! Arisu como el cuento – dijo una chica. Parecía que el nombre le gustaba. – ¿Te puedo llamar Arisu? Tú puedes llamarme Sakura.
      – Claro... ningún problema.
      Intentó acomodarse en la mesa, para estar más cómoda en aquella situación que le resultaba tan estresante. Sin embargo, al apoyarse empujó con el codo la libreta que había encima de la mesa, y cayó al suelo. Sonrojada y sin saber qué hacer, se dio un golpe suave en la cabeza con los nudillos.
      – Ja, ja, qué torpe – dijo Arisu, con una sonrisa nerviosa. Los compañeros sonrieron con ella.
      Al girarse a recogerla, una chica ya la tenía entre sus manos, y se la entregaba amablemente.
      – Ah, gracias – dijo. Por algún motivo, la mirada de aquella chica la calmaba. Todo su rostro mostraba serenidad, como si no estuviera en aquella clase con tanto alboroto. – Eras... Fukuyama, ¿verdad?
      – Sí – contestó ella. Parecía sorprendida, pero a la vez contenta. – Que bien que lo recuerdes.
      Entre las dos chicas se había formado un silencio. Su rostro pálido estaba ligeramente cubierto por una cabellera castaña, ondulada y algo alborotada, que le caía por encima de los hombros, hasta la altura del pecho. Sólo fueron unos segundos, pero para Arisu había parecido una eternidad el tiempo que estuvo callada, y cuando el resto sus compañeros continuaron hablando con ella, se sobresaltó y se disculpó. Fukuyama, a su lado, parecía que quería participar en aquella conversación, cuando Nakishima se puso delante de ella, interrumpiendo el contacto con la nueva allegada.
      – ¿Entonces yo también te puedo llamar Arisu? – dijo Nakishima sonriente. Arisu se volvió y al verla, le dio una sonrisa alegre, contenta de ver por fin a alguien conocido. Nakishima tomó aquella respuesta como un sí.
      – ¿Te puedo llamar Mayu, yo? – preguntó Arisu, pensando en que podría tener una amiga en aquel lugar.
      – ¡Me enfadaré si no lo haces! – exclamó risueña.
Tras un rato hablando, aquel tormento terminó. Arisu se sintió orgullosa de sí misma por haber aguantado aquella situación, y, a la vez, se sentía algo más integrada en aquella escuela.
      A la hora de la comida, Mayu invitó a Arisu a comer con ella y sus amigas. Estuvieron hablando de muchas cosas divertidas. Arisu aprovechó también aquel momento para observar a las personas de aquel instituto. Había gente muy diversa. Su concentración en la gente de la cafetería fue interrumpida.
      – ¿Qué? – preguntó Mayu divertida. – ¿Has visto a algún chico que te guste?
      –¡¿Eh?! – Arisu se sobresaltó, avergonzada. – N-no estaba mirando nada de eso. Sólo miraba la gente de la cafetería...
      Las chicas rieron. Arisu al ver que le estaban tomando el pelo, resopló, pero luego rió con ellas.
      – Por cierto, Arisu. ¿Has pensado en unirte a algún club? – preguntó una de las chicas.
      – ¿Club? Es verdad... Pues aún no he decidido nada. ¿Qué clubs hay en esta escuela? – preguntó Arisu, curiosa.
      – Uf, muchos ja, ja. De deporte hay baloncesto, tenis, natación... ¿Qué más?
      – Judo y tiro con arco – continuó Mayu. – Yo hago tiro con arco – dijo sonriendo.
      – Hala, qué guay. Yo no sé si tendría puntería para eso – Arisu rió tímida.
      – Bueno, luego para las ineptas para el deporte como yo – dijo tiendo una de las chicas, agachando la cabeza y señalándose a ella misma – también hay teatro, cocina, un taller de costura, música y literatura.
      – Ugh... literatura tiene que ser un rollo... – comentó una del grupo.
      – Sí, y además va la tonta de Mio – dijo Mayu. Todas rieron. Arisu no sabía quien era esa chica, pero parecía no caerles bien.
      – ¿Música? – preguntó Arisu, ignorando los comentarios que hacían sobre esa tal Mio.
      – ¿Te gusta?
      – Sí, desde siempre – Arisu sonreía. – Toco el piano, y mi padre me enseñaba a tocar la guitarra.
      – ¿En serio? Qué bien. A ver si un día nos tocas algo – dijo Mayu sonriente. – Pues hay una orquesta de música. Si te quieres apuntar seguro que te reciben con los brazos abiertos ja, ja.
      – ¡Sí! Y luego hay un grupo de chicos que tiene un grupo de música – dijo una de las chicas entusiasmada. – ¡Son tan guapos!
      A raíz de aquel comentario, las chicas empezaron a hablar de los chicos guapos del instituto, y se los iban señalando a Arisu con disimulo. Ella no estaba acostumbrada a hablar de esas cosas y se sentía un poco avergonzada.
      El día pasó sin ningún contratiempo, y Arisu regresó al dormitorio pensando a qué club podría unirse. En la habitación, sentada en el escritorio, golpeaba con la punta del bolígrafo la mesa, con la mirada en el vació, pensando. Entonces se dio cuenta de que Akimoto, su compañera de habitación, le estaba hablando.
      – ¿Qué? Perdona, estaba distraída – se disculpó Arisu.
      – Je, je, ya te veía. Que si tienes una goma – le pidió Akimoto.
      Arisu abrió el estuche y buscó por el trozo de goma rota que guardaba. Cuando lo encontró, se lo dio. Mientras Akimoto borraba, Arisu la miraba.
      – Akimoto... ¿Tú vas a algún club? – preguntó curiosa.
      – Sí, al de baloncesto – dijo sonriente, mientras le devolvía la goma. – ¿Estás pensando en apuntarte a alguno?
      – Sí... pero no lo tengo muy claro aún... Hay tantos...
      – Ya... A mí es que el básquet siempre me ha gustado mucho. De pequeña me picaba con mi hermano, que me sacaba como dos cabezas, a ver si encestaba más que él – Arisu rió ante la anécdota de Akimoto. – Bueno, no sé. Siempre puedes pedirle a tu tutora que te dé más información sobre los clubs.
      Akimoto y Arisu siguieron hablando un rato, pero la conversación terminó pronto porque ambas tenían cosas que hacer.
      Después de cenar con Mayu y sus amigas, Arisu regresó a la habitación.

Bueno.... la pregunta de hoy creo que está bastante clara xD

Sin saber qué hacer, te tumbas en la cama. No paras de darle vueltas a los clubs del instituto... ya has descartado unos cuantos; judo (porque no te ves ni fuerte ni hábil para ello), natación (porque tu resistencia nadando es bastante mala), teatro (porque te da mucha vergüenza hablar, aunque sea interpretando, delante de muchas personas), literatura (porque las chicas no te han hablado bien del club, y te da pereza tener que hacer reseñas de libros) y costura (tu manejo de la aguja no es que sea malo, pero odias pincharte cada dos por tres). Eso nos deja con 5 clubs para escoger... En la cama le das vuelas a los pros y los contras de cada club.
  • Baloncesto... no es que te entusiasme el deporte, y tu puntería y resistencia son muy bajas, pero Akimoto va a ese club y podría ser divertido, por eso te lo planteas.
  • Tenis... siempre te ha gustado jugar a tenis, pero habiendo tantas pelotas por en medio y corriendo de un lado a otro... hay muy altas posibilidades de acabar lesionada.
  • Tiro con arco... tu puntería es más bien pésima, pero Mayu va a ese club y podría ser divertido, por eso te lo planteas.
  • Música... la música es tu pasión y es lo que mejor se te da de todo... pero nunca habías tocado en una orquesta antes.
  • Cocina... no se te da mal cocinar, en casa lo hiciste muchas veces... pero eran comidas bastante simples... te da miedo que se te queme algo...
Y nada, estas son las opciones de hoy :D La próxima semana la historia volverá a salir el sábado, así que habrá un día menos para votar, pero bueno, no creo que suponga ningún problema ^^



© Hikari

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