Dando señales!

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On martes, 27 de diciembre de 2011 at 23:16

¡Hola!
Primero de todo.... ¡FELICES FIESTAS!
Segundo... sé que falta el juego de imaginación del sábado...
Y ahora... EXCUSAS: he estado muy muy muy malita >////< ¿Pero malita de tener tos y mocos? ¡No! Se me han juntado dos cosas: una gastroenteritis y luego un brote de una enfermedad que tengo ya crónica, así que he estado (y estoy) unos días haciendo reposo en la cama =.=' Total, que estoy pasando unas fiestas apañaícas xD Ahora por lo menos ya puedo comer...

Y nada, que por culpa de esto se me ha acumulado mucho trabajo... Así que cuando lo termine, escribiré el juego de imaginación :) Hana... volverá a quedar parada, más que nada porque tengo mucho mucho que estudiar para exámenes... pero si en algún momento me aburro iré escribiendo jeje :D

Y nada, sólo quería pasarme para informaros de que no es que me haya olvidado de vosotros, es que he estado inhabilitada xD
Así que na...


¡Felices Fiestas!

Hikari

Cuando la literatura se mezcla con la medicina

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On lunes, 19 de diciembre de 2011 at 18:31

El otro día estando en clase, viendo imágenes de TACs craneales, el profesor mencionó una cosa que llamó mi atención. Existe una enfermedad relacionada con un bajo aporte sanguíneo en el tracto y corteza visual, que se llama "Síndrome de Alicia en el País de las Maravillas". Con este nombre, ¿cómo no va a llamar mi atención? jajaja
Al parecer, los pacientes afectos de este síndrome ven formas extrañas, cosas con un tamaño diferente a la realidad... Sentía curiosidad, así que me puse a buscar cosillas por internet, y encontré este artículo de la revista Muy Interesante.

     “Un día vi cómo los libros de mi hermana se volvían más grandes y cómo mi padre se hacía tan pequeño como un muñeco”. “Siento que mi cuerpo crece y crece hasta que parece ocupar la habitación entera”. Son algunas de las sensaciones que caracterizan alsíndrome de Alicia en el País de las Maravillas, que suele afectar a niños y adultos con migraña.
     Investigadores gallegos han estudiado un caso excepcional de este trastorno neurológico en una niña de ocho años de edad que nunca antes había tenido migraña. Sus observaciones se publican en el último número de la Revista de Neurología.“La niña, que sufrió trastornos de la percepción visual todos los días durante un mes y cada dos o tres días en las dos semanas siguientes, empezó con los síntomas sin haber tenido antes cefaleas”, explica a SINC María José Corral Caramés, autora principal del estudio y pediatra del Centro de Salud A Ponte (Orense).
     Los pacientes que sufren este síndrome perciben alteraciones en la forma, tamaño y situación espacial de los objetos, así como distorsión de la imagen corporal y del transcurso del tiempo. También se han asociado otras ilusiones visuales como palinopsia (imágenes múltiples), acromatopsia(no percepción del color) y prosopagnosia (incapacidad de reconocer caras).
     Según los expertos, las personas afectadas por el síndrome de Alicia en el País de las Maravillas son en todo momento conscientes de la naturaleza ilusoria de sus percepciones. Sin embargo, éstas son lo suficientemente intensas como para que tengan que mirarse en un espejo para comprobar su talla.
     Aunque las pruebas diagnósticas aún no han permitido identificar ningún área cerebral específicamente afectada, los resultados de los estudios realizados en pacientes en su fase aguda mediante tomografía computarizada revelan áreas de hipoperfusión en las proximidades del tracto visual y córtex asociado, lo que podría explicar las quejas visuales de los pacientes.
     Los científicos sospechan que Charles Lutwidge Dodgson, conocido bajo el pseudónimo de Lewis Carroll y afectado por migrañas, pudo sufrir el síndrome, de forma que las experiencias de la joven Alicia fueran bien conocidas por su creador.

No sé qué os parece a vosotros, pero a mí me resulta muy curioso este síndrome. Y si en verdad Lutwidge hubiera tenido este síndrome, y no fuera sólo una especulación, me parece asombroso como pudo sacarle partido :D



Hikari

Juego de Imaginación

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On sábado, 17 de diciembre de 2011 at 9:48

No me puedo resistir... así que programo la entrada para mañana, sábado! Visto que los resultados están tan claros... jajaja Es que tenía muchas ganas de que llegara este momento...  ¡Por muchos motivos! xDD
Bueno, la respuesta!

  • Como ese tío es tan gilipollas poco educado, Arisu se quiere vengar de él con esa araña... Seguro que tiene que tener algo de donde ella pueda sacar provecho... mmmjuju
En fin, yo... no sé que esperáis que haga, pero seguro que no es nada parecido a lo que yo tengo pensado xD En fin, al lío!

     Sobre su cartera había una pequeña araña, que al parecer se había deslizado por un fino hilo desde debajo de la caja del piano. Arisu la miró fijamente, mientras la araña caminaba muy lentamente sobre su cartera. Entonces, un gran grito, que salía de lo más profundo de su ser, inundó toda la sala. La mano de aquel chico frenó de manera brusca, por aquel grito inesperado. Se giró hacia ella, y la vio alejándose hacia atrás, sin apartar sus ojos exageradamente abiertos de aquella pequeña araña.
     – ¿Qué pasa?  –  preguntó aquel chico sobresaltado.
     – ¡Hay una araña! – exclamó Arisu asustada, pálida y con un temblor en sus extremidades que le era imposible evitar.
     El chico se estiró, buscando la araña, pero no veía nada allí por donde Arisu le señalaba. Ella no paraba de rogar que por favor la apartara de su cartera, que no podía con las arañas. Él se acercó despacio, sosteniendo el violín y el arco en la misma mano, pensando que quizá había caído por detrás de la bolsa, pero al acercarse y ver aquella pequeña araña que con dificultad se mantenía sobre la cartera volvió la vista a Arisu, quien lo observaba atemorizada. De repente, el chico empezó a reír. Con la mano, apartó el arácnido y cogió la cartera del suelo. Se acercaba a Arisu, sin cesar su risa en ningún momento.
     – Como puede una chica de tu edad tener miedo de un bicho tan pequeño – decía entre carcajadas.
     Arisu se sentía avergonzada. Ese comentario la había hecho sentir de nuevo una cría, pero en este caso, sin la protección de unos padres. El chico dejó caer su cartera sobre Arisu, que aún estaba sentada en el suelo, inmóvil, primero por temor y luego por la rabia que le producía aquel tipo.
     – Increíble – continuaba él diciendo entre risas.
     Arisu se levantó molesta y lo golpeó con su cartera. Él dejó de reír y se giró de forma brusca, acercándose molesto a Arisu.
     – ¡Qué haces! – el gesto de su rostro no demostraba enfado, lo que hizo que Arisu pudiera encararlo sin temor.
     – ¡No deberías reírte de las fobias de los demás! – replicó ella furiosa, mientras lo miraba fijamente con el ceño fruncido, llena de ira, aún con un ligero temblor de piernas.
     El chico se quedó callado, sin apartar la mirada. Juntó sus dedos pulgar y corazón delante de la frente de Arisu, y los soltó con fuerza, golpeándola entre las cejas. Arisu se echó hacia atrás, tapándose la zona del golpe con la punta de sus dedos. Él esbozó una sonrisa.
     – Deja de molestarme.
     Arisu era incapaz de decir nada. Estaba furiosa. Apretó sus puños con fuerza por no tirarle la cartera encima, y dio media vuelta hacia la puerta.
     – ¡Eres un idiota! – gritó desde la puerta, y después la cerró con un portazo.
     Avanzaba con un paso firme, sin ni siquiera fijarse en el camino que seguía. Tan sólo pensaba en lo mucho que odiaba a ese chico y a su estúpida sonrisa. De repente, se golpeó contra algo y, al intentar frenar, resbaló. Furiosa, golpeó con sus puños el suelo mientras maldecía aquello que tenía delante. Al abrir los ojos se encontró con un montón de papeles en el suelo, que se habían caído de un par de carpetas mal cerradas. Al levantar la mirada, se encontró con un chico que la miraba sorprendido.
     – Lo... lo siento – se disculpó Arisu, mientras recogía aquellos papeles, sintiéndose idiota por haberse caído.
     – Tr-tranquila – tartamudeó tímido aquel chico.
     Mientras recogía aquellos folios, Arisu vio en uno de ellos un dibujo de un gato durmiendo. Sin poder evitarlo, tomó aquella hoja y lo miró detenidamente. Casi sentía que podía tocar el pelo del animal. Entonces se dio cuenta de que aquel chico la estaba mirando y se sintió avergonzada.
     – Perdona – dijo ella tímida. Él rápidamente desvió la mirada a sus hojas esparcidas por el suelo – ¿Lo has dibujado tú? – le preguntó mientras le devolvía el dibujo.
     – Sí...
     – ¡Dibujas muy bien! Que envidia – Arisu sonrió. Él agradeció el cumplido con una leve sonrisa. Sus mejillas estaban ligeramente sonrojadas, o quizá era que, al tener una piel tan blanca, el color de sus mejillas se notaba más.
     Una vez recogidas todas las hojas, ambos se levantaron. El chico se apartó su oscuro flequillo de la cara, y se disculpó por haberla hecho caer, disculpándose después Arisu por no mirar por donde iba. Al fijarse bien en él, su cara le resultaba familiar.
     – ¿Tú vas a mi clase? – preguntó confundida. Aún no se había quedado con la cara de todos sus compañeros.
     – S-sí. – respondió sin más. Por algún motivo parecía bastante tenso.
     – Y... ¿cómo te llamas? – ella lo miró, esperando a que continuara la conversación.
     – ¡Ah, perdón! – se disculpó él. – Es que no estoy muy acostumbrado a hablar con la gente de aquí aún, y no sé cuando hablar y cuando no – sonrió tímidamente.
     – Ya... créeme que te entiendo – rió Arisu.
     – Me llamo Daiki Narahashi. Mucho gusto.
     – Bueno, Narahashi, pues ya nos veremos en clase – Arisu se despidió educadamente, para no interrumpir más a aquel chico, y siguió su camino, ahora ya más calmada.
     Regresó al fin a su habitación. Chie estaba allí estudiando muy concentrada.


¡Pregunta!
Después de la tarde esta que has tenido, sientes unas ganas tremendas de hablarlo con alguien, y Chie es la persona que tienes más cerca (además que fue ella quien te dijo que podías ir a tocar el piano a la sala de música). ¿Lo hablas con ella?

  • ¡Sí! Necesito desahogarme con ella y que despotriquemos juntas contra ese idiota.
  • Es que ahora que me he calmado... pensar en ese tío me pondría de mala leche... Además está estudiando y no quiero molestarla.
  • Prefiero contárselo a Mayu durante la cena. Ella seguro que entiende mi frustración con ese chico òó
  • ¡Se lo cuento a Chie y luego a Mayu! ¡Me cabrea tanto que no puedo callarme!

¡Pregunta trampa! xDDD No sé si os acordáis que en la primera entrada expliqué que Arisu tenía una fobia... pero que no os dije a qué. Pues desde entonces tenía unas ganas tremendas de escribir esta escena xDDD ¡Sí! Odia las arañas, les tiene pánico, y lo ha ido a descubrir un pedazo de capullo... vaya por dios xD Pero bueno, ya ha conocido a otra persona más.....
Por cierto, que larga me ha quedado hoy xDD


© Hikari

Hana (33)

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On viernes, 16 de diciembre de 2011 at 18:29

Bueno, como dije ayer, hoy iba a intentar escribir algo de Hana, y aquí está jajaja En la entrada escribí "el viernes" pensando que aún quedaban dos días... hasta que me di cuenta de que no... así que me ha tocado escribir en un ratillo para que todos estuviéramos contentos jajaja

En fin, os dejo con el trocito de hoy. Realmente me he sentido un poco identificada con Hana en este pedacito de historia... aunque nunca me ha pasado nada así, estoy segura de que podría llegar a pasarme
xDD

      Normalmente, cuando veían una película de terror, las dos chicas se apoyaban la una a la otra para superar el mal trago. Sin embargo, esta vez Hana se vio abandonada por Natsumi, ya que ella había aprovechado esta situación para acercarse a Yoichi, que estaba a su lado. Lo estaba pasando realmente mal, ya que odia las películas de miedo, y sin el apoyo de su amiga parecía que aún daba más miedo. Así que durante la película Hana tenía sus manos en la cara, viendo la pantalla a través de sus dedos, para taparse los ojos inmediatamente si alguna escena de terror aparecía. Ryosuke miró de reojo a su izquierda, y vio a Hana en esta posición. Resopló, con una sonrisilla, y fue a tocarle el hombro para preguntarle si veía algo a través de sus manos. Sin embargo, al tocar con tan sólo la punta de su dedo, Hana se sobresaltó de toda la tensión que tenía acumulada, y soltó un grito cuando todo el cine estaba en silencio. Natsumi gritó tras ella, porque la había asustado.
      – ¡Qué haces! – le reprochó en voz baja a Ryosuke, quien se había quedado bastante parado por esa reacción, y poco a poco dibujaba una sonrisa en su rostro intentando aguantar la risa, una risa que a los otros dos chicos les fue imposible contener.
      Hana deslizó su trasero hasta el final del asiento, cruzándose de brazos y bajando la cabeza para ocultarse del resto de la gente. Se sentía avergonzada.
      – Perdón – se disculpó Ryosuke aguantando la risa. – Sólo quería saber si tenías mucho miedo. Pero… ju, ya veo que sí.
      – No te rías… – dijo Hana amenazante con una mirada de reojo.
      Ryosuke se reincorporó en su asiento y miraba la pantalla intentando aguantar la risa. Hana lo vio como se mordía el labio inferior mientras temblaba, por lo que le golpeó el brazo para que parara de una vez.
      Continuaron viendo la película como si nada hubiera pasado. Todos excepto Hana, que aún se sentía avergonzada por la situación, y quiso intentar ser valiente y mirar a la pantalla directamente. Sin embargo, en un momento de la película en que el asesino salía de repente de entre las sombras, Hana no pudo soportarlo y se refugió en el brazo de Ryosuke. Él la miró sorprendido y Hana, sin apenas moverse, murmuraba una y otra vez que no podía verlo. Colocó su mano delicadamente sobre el cabello de Hana.
      – Ya te aviso cuando puedas mirar – le dijo acercando su boca al oído de Hana, para que pudiera oírle por encima de los gritos de la protagonista de la película, sin molestar al resto del público. Hana no dijo nada, sólo afirmó fuerte con la cabeza.
      Una vez finalizada la película, los cinco amigos fueron a cenar al burger que había en frente del cine. Cuando cada uno tenía ya su menú en la bandeja, se sentaron en la mesa.
      – Cuanto han tardado, tío… – se quejaba Kato, mientras dejaba su bandeja encima de la mesa.
      – Es que hay mucha gente hoy – decía Natsumi mientras miraba a su alrededor todas las mesas ocupadas. – Bueno, ¿qué os ha parecido la peli? ¡A mí me ha encantado! Y tú que no querías verla – dijo mirando a Hana, sentada a su lado.
      – ¡Es que a mí estas películas me dan mucho miedo! – replicó ella, mientras apoyaba su cabeza sobre su brazo izquierdo.
      – Si tampoco era para tanto – dijo Yoichi, mientras reía. – Yo ha habido momentos en los que me he reído y todo.
      – ¡Sí, sobre todo con el grito que ha pegado Hana de la nada! – exclamó Kato señalando a Hana, quien se sonrojó. Todos rieron.
      – ¡Ha sido culpa de Ryosuke! Él me ha asustado – intentaba excusarse Hana.
      – Si apenas te he rozado casi – decía Ryosuke mientras reía. – Pero además que yo no iba con esa intención.



© Hikari

Hasta arriba de curro

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On jueves, 15 de diciembre de 2011 at 12:43

Bueno chicos, ya habréis visto que ni siquiera hubo anécdota... es que ando currando a tope y no tengo tiempo ni de vivir momento divertidos xD A parte de las típicas chorradas entre amigos... pero nada que valga la pena resaltar jaja

En fin, si puedo el viernes escribiré Hana... intentaré sacar un ratejo por la noche... Y nada, ahora os escribo desde la uni, que hemos tenido seminario y hemos acabado pronto... de aquí 20 minutos tengo clase, y en algo tenía que aprovechar el tiempo jaja ya que sólo voy a tener media hora para comer, prefiero no comer ahora e ir con hambre xDD

Y... no sé, para hacer de esta entrada algo menos sosa, os pondré el dibujillo para un "concurso" de DeviantART que hizo una chica, aquella de la que os conté su historia Angels, Devils. Consisitía en dibujar a uno de sus OC (original character, es que me gusta escribir con siglas jajaja). Y nada, éste es el resultado.

Hacía mucho que no pintaba un dibujo! jajaja Pero bueno, supongo que la ocasión lo merecía xD Así todas esas personitas que me taladran la cabeza para que pinte estarán contentas durante otra temporada jajaja

Y nada, os voy dejando, que si antes eran 20 minutos ahora son menos xD Y entre que recojo y todo... En fin, nos veremos cuando sea (el sábado segurísimo jaja).



Hikari

Juego de Imaginación

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On sábado, 10 de diciembre de 2011 at 11:00

Entrada programada porque sábado por la mañana estaré bastante ocupada y luego me voy a comer por ahí... Pero bueno, es sólo para adelantar tiempo, así que la encuesta la tenéis ahí puestecita ya jeje
¡Resultados!

  • Qué decir... mayoría absoluta no, lo siguiente xD (si es que hay algo más después del absoluto jaja). Pues ahora por joder os digo que no va a ir a tocar el piano! .... ¿Qué pasa? .... ¿Por... por qué me miráis así? óò ¡Vale, vale! ¡Que era broma! Guardad las armas....
Pues nada... vosotros lo habéis querido...

     Arisu cogió fuerte el asa de su cartera mientras mordía su labio inferior. Decidida, pegó un pequeño salto que iniciaba una marcha acelerada hacia la sala de música.
     El pasillo donde se encontraba el aula estaba prácticamente desierto. Se oía a gente que descendía por las escaleras cercanas, así que decidió entrar rápido para que no la descubrieran. Sabía que aunque la vieran, ningún alumno la delataría, porque confiaba en la buena voluntad de la gente de su edad. Aún así, le gustaba darle ese toque de prohibición y rebeldía a la situación, porque lo hacía todo aún más divertido.
     Dejó su cartera al lado del piano de pared que había allí en el aula. Con delicadeza, Arisu acarició la madera de abeto con la que estaba hecha la caja del piano. Su padre siempre le decía que para sacar todo el partido de un instrumento había de tratarlo con cariño, así que, al igual que hacía él, Arisu se presentaba a todo instrumento nuevo que tocaba.
     – Hola, señor piano – decía Arisu con una risa que expresaba su emoción, mientras levantaba con cuidado la tapa que cubría las teclas del piano. Desde el divorcio de sus padres, un par de semanas antes de su mudanza al nuevo instituto, no había tenido oportunidad de tocar el piano, así que realmente tenía ganas. – Con su permiso, voy a tocar un poco de música.
     Arisu frotó sus manos para calentar sus dedos y que se movieran con mayor fluidez sobre las teclas. Pulsó con suavidad la nota Do, y moviendo sus dedos con agilidad tocó toda la escala. Suspiró contenta. Decidió tocar Canon, de Pachelbel, porque era su canción preferida. Sus dedos danzaban sobre las piezas blancas y negras.
     De repente, alguien abrió la puerta. Arisu dejó de tocar y se giró sobresaltada. Había un chico que la miraba sin ningún tipo de expresión en el rostro. Tenía el pelo corto, de un color castaño muy claro, con un flequillo que le cubría la mitad de la frente. Arisu se levantó y le saludó con respeto, disculpándose por estar allí.
     – Tú no eres del club de música – decía el chico mientras dejaba la funda de su instrumento en el suelo.
     – N-no... Pero es que hacía mucho que no tocaba el piano y... – intentaba excusarse Arisu. Tenía sus manos entrelazadas, y jugaba con sus dedos, para evitar ese temblor que siempre tenía cuando se ponía nerviosa.
     – Da igual. No puedes estar aquí – decía él mientras se agachaba a sacar su violín de la funda. Ni siquiera se dignaba a mirarla, y eso empezó a molestar a Arisu.
     – Pero... – insistía ella. Entonces él la miró, con una mirada fría que hizo que se le helara la sangre.
     – Lárgate.
     Arisu se disculpó una última vez, salió del aula y cerró la puerta tras ella. Estaba llena de rabia. No entendía cómo podía hablarle de una forma tan ruda. ¿Quién se había creído? Andaba a paso firme por el pasillo, maldiciendo a aquel chico engreído, cuando se dio cuenta de que le faltaba algo.
     – Oh, vaya... me he dejado la cartera... – murmuró ella, mientras echaba su cabeza hacia atrás, con los ojos cerrados, y suspiraba desesperada. Al bajar la cabeza chasqueó su lengua, pensando que no tenía más remedio que regresar al aula y cruzarse otra vez con aquel chico.
     Con un paso más lento y los hombros caídos, regresaba de nuevo al aula. Cuando estaba a unos cuantos pasos de llegar, una suave melodía empezaba a llenar el ambiente. Era el sonido de un violín, probablemente el de aquel chico. Arisu se sorprendió mucho, ya que no pensaba que un chico tan arrogante podría tocar de una manera tan cálida. Eso hizo que su enfado disminuyera poco a poco.
     Llamó a la puerta con un suave toque con los nudillos, y la abrió lentamente, mientras se disculpaba por interrumpir.
     – ¿Otra vez tú? – dijo aquel chico molesto. – ¿Se puede saber qué quieres?
     Cuando el violín dejó de sonar y eran las palabras odiosas de aquel chico las que lo envolvían todo, Arisu recordó por qué había salido enfadada de aquel aula.
     – Me he dejado la cartera – dijo ella mientras lo miraba malhumorada.
     Ante aquella mirada, el chico levantó una ceja y resopló con una leve sonrisilla. Ignorando su presencia, decidió seguir tocando.
     Arisu se acercó al piano y bajó la tapa que había dejado levantada. Entonces se agachó a recoger su cartera, mientras continuaba maldiciendo a ese chico y su arrogancia.



Encima de tu cartera ves una pequeña araña que, a juzgar por el hilo que cuelga, se debe de haber descolgado de detrás del piano. ¿Qué haces?

  • Te sobresaltas con disimulo, para que ese chico no se dé cuenta, porque no te la esperabas ahí encima.
  • Bah, sólo es una araña pequeñita. La apartas con la mano y listos.
  • Piensas que igual ese chico tan arrogante tiene algún punto de flaqueza... y esa araña podría ayudarte a descubrirlo... mmjuju

Y ya está, eso es todo por hoy :D Si la memoria no me falla, creo que es el primer chico que conoce jaja Hemos empezado por uno bueno ¬¬ Que hostia tiene! xD
Por cierto, cuando hablaba con el piano, no he podido evitar pensar en Nata jajajaja Don't know why....



© Hikari

Con la cabeza llena de pájaros

Publicado por Hikari | Etiquetas: , | Posted On miércoles, 7 de diciembre de 2011 at 9:30

Hoy quería hablaros de una nueva historia que tengo en mente desde hace ya bastante tiempo. El problema es que no tenía título y yo estaba demasiado perezosa para pensar en uno jaja Lo que con la cabeza como la he tenido últimamente, que he estado saturada a más no poder, y no había manera de que entrara nada nuevo, he decidido liberar todo el espacio que ocupan mis ganas de despejarme (que es como 3/4 de mi cerebro xD) e ir un poco con la calma jaja

Así que nada, hace unos días estuve pensando y tras preguntar a la gente... como siempre, un chispazo neuronal trajo una única palabra a mi cabeza. Y me gustó, así que se quedó jajaja


Una joven médica y un mecánico humanos, juntamente con un cocinero lukanis son invitados a formar parte de la tripulación del Hermes, una nave mercante que se encarga de la ruta comercial entre la Tierra e Ignis. Sin embargo, una serie de misteriosos sucesos que se dan durante el viaje les hace sospechar de que posiblemente haya algo más detrás de aquella invitación y que, quizá, el viaje no sea tan tranquilo como ellos esperaban.

¡Una historia de aventuras espaciales que no te puedes perder! :D Lo siento, es que me he sentido tan.... tan xD Que tenía que escribir esa frase publicitaria xD

En fin, tengo empezado el primer capítulo... pero al igual que me pasa con Aina 2.0, no tengo tiempo de escribir en condiciones.... Pero bueno, aún así, quería que leyerais algo de las cosas que se esconden en mi cabeza. Siempre había querido meter alguna médica en mis historias xD Y al final le encontré un hueco en una de ellas :D
En algún momento de la vida de este blog la podréis leer ^^


© Hikari

Hana (32)

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On martes, 6 de diciembre de 2011 at 16:18

Sigamos con más Hana hoy :D He de decir... que he cambiado un poco el orden de los acontecimientos, para que vayan las cosas un poco más lentas xD Así que aquí me he saltado una parte de la historia, que igual la pongo más adelante, o quizá vaya cambiando cosas jaja Es que en la historia en realidad no queda mucho para que termine lo que tenía escrito, y fue todo bastante precipitado... así que ya que tengo la opción de arreglarlo un poco, ahí voy jaja

     – ¡Por cierto! – exclamó Natsumi, en un astuto intento de desviar el tema de conversación – He convencido a mis padres para quedarme en casa este fin de semana. Así que podremos ir al cine todos juntos
     Hana se alegró de poder oír eso. Las dos chicas siguieron hablando durante varios minutos de temas alejados de los problemas emocionales del grupo.
     Durante aquella semana, Natsumi animaba a Ryosuke a confesarle sus sentimientos a Hana, pero él todavía no estaba decidido a decírselo. Hana había decidido dejar de insistir en el tema, ya que Ryosuke parecía, de algún modo, molestarse, así que decidió recobrar la normalidad con todo el grupo. Kato estaba sorprendido de que ella le volviera a dirigir la palabra, aunque hablaran más bien poco. Él con eso se sentía bien. Pero no todo el mundo lo veía de la misma forma.
     – ¿Ya está? ¿Ya lo has perdonado? ¿Tan pronto? – preguntaba Natsumi una y otra vez. – ¿Por qué?
     – Déjate ya de preguntitas – Hana sonreía tímidamente. – Kato va a seguir en el grupo a pesar de lo que haya pasado entre los dos, así que he pensado que es mejor relajar la situación para que no haya tanta tensión. ¿No crees?
     – ¡Pero…! – Natsumi estaba sobresaltada. Sabía que ella no era la única molesta con la decisión de Hana.
     – No es que lo haya perdonado del todo, pero no quiero que por mi culpa se divida el grupo – explicaba Hana apenada.
     – No es tu culpa. ¡Es suya!
     – ¡Bueno! Pero él ya lo estuvo intentando arreglar… No puedo encabezonarme más – replicaba Hana.
     Tras una pequeña discusión, Natsumi terminó aceptando la decisión de Hana.
     Llegó el fin de semana y el grupo de amigos fue al cine, como ya habían decidido. Sin embargo, no habían podido ponerse de acuerdo en qué película verían. Al final escogieron la película que verían a votación, y la mayoría votó por una película de miedo que había nueva en la cartelera.
     Kato, Natsumi y Hana entraron al cine, mientras Yoichi y Ryosuke compraban palomitas. Yoichi se quejaba, porque él quería ver una película donde pudiera reír, que pasar miedo era agotador.
     – ¿Qué pasa? ¿Te da miedo? – se burlaba Ryosuke de él, mientras Yoichi pedía las palomitas a la dependienta.
     – ¿Miedo? Ja… ¿Con quién te piensas que estás hablando? – preguntó Yoichi, mientras levantaba sus cejas haciéndose el interesante.
     Cuando entraron en la sala de cine, los otros tres habían dejado dos sitios libres, uno entre Kato y Natsumi, y el otro al lado de Hana. Ryosuke miró a Natsumi, quien tenía sus ojos llenos de diversión y maldad fijados en él. Así que, por los tejemanejes de su aliada en el amor, Ryosuke no tuvo más remedio que sentarse al lado de Hana. Por consiguiente, al lado de Natsumi estaba sentado Yoichi. Ella se giró hacia Hana con una gran sonrisa de satisfacción, y ambas empezaron a reír.
     – ¿Qué pasa? – preguntó Yoichi curioso, ya que estaba al lado pero no había podido escuchar nada que pudiera haberles provocado risa.
     – ¡Nada! – exclamó Natsumi, volviéndose rápidamente hacia él.
     – Otra vez risitas que no tienen explicación – se quejaba Kato, ya que muchas eran las veces que las dos chicas los excluían de sus conversaciones. Natsumi le sacó la lengua con un gesto de burla.
     Entonces las luces del cine se apagaron, y los cinco amigos se colocaron bien en sus asientos para ver la película.


© Hikari

Anécdota de la semana

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On domingo, 4 de diciembre de 2011 at 10:42

Estaba yo lavándome los dientes.
Cuando abro el grifo para mojar el cepillo
el agua salía un poco a trompicones,
como después de que la hayan cortado.

Llega la hora de enjuagarme la boca.
Yo no soy de las personas que se llenan un vaso
y hacen gárgaras con el agua de él,
sino que "bebo" directamente del agua del grifo.
Total que estaba llenando mi boca de agua cuando
una explosión de agua sale del grifo de repente.
Yo me aparto, con toda mi cara inferior llena de agua,
e intento aguantarme la risa, ya que tengo la boca llena de agua también.


Un show xDDD Luego se ve que sí cortaron el agua... que a mi madre le pilló en la ducha xD Pobre xD


Hikari

Juego de Imaginación

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On sábado, 3 de diciembre de 2011 at 10:19

Bueno, otra semana más llega el Juego de Imaginación :D Ayer por la tarde-noche miraba las encuestas y pensé "Hay algo que no esta bien..." (leed esta frase imaginándome con ojos de sospecha xDD). Luego caí xD Mi amiga de fuera del mundo blogger no había votado! Bueno, más bien no había leído la historia jaja Así que no sé si os distéis cuenta (supongo que no jaja) pero dejé las votaciones abiertas hasta las 2, y luego le dejé un mensajito en el whatsapp.... Al final ha votado :D (supongo que ese voto de más es suyo, vamos xD). Pero....

  • ...ese voto ha causado un empate en la encuesta xD A ver, problema aquí... Hay una gran diferencia entre si canta o no canta (no inmediatamente, sino más adelante). Claro, ahora yo desempato... y la cosa es u "os dejo con las ganas" u "os facilito las cosas". Había pensado en que el primer voto de la encuesta valiera por 2... pero no recuerdo cual fue la primera opción votada xDDDD Así doblaremos el valor de la última opción que se votó. Lo que nos deja en..... QUE SÍ QUE CANTA! jajaja


Y nada, una vez decidido esto, vamos con la historia :D


     Chie la miraba con los ojos suplicantes. Parecía que realmente quería oír tocar a Arisu. Sentía vergüenza de que alguien la viera y escuchara tocar, porque las únicas personas que lo habían hecho eran sus padres. Pero su padre siempre le decía que para mejorar debía tocar delante de amigos o conocidos, para perder esa timidez que siempre la frenaba. Así que, decidida, cogió su guitarra y se sentó en la cama. Chie estaba sentada en el suelo, mirándola tan atentamente, que perdió las fuerzas en seguida.
     – Ah, qué vergüenza – dijo Arisu, con una risa nerviosa.
     – Je, je. No hace falta que no toques si no quieres, ¿eh? – dijo Chie sonriendo, intentando que se calmara un poco.
     – No, no. ¡Tocaré! – exclamó Arisu con convicción. Inspiró hondo, y expulsó el aire lentamente. De algún modo, podía notar la ilusión de Chie, así que eso la llenó de fuerzas y decidió ponerle voz a su música. – Te cantaré la canción que mejor me sale – dijo con una leve sonrisa.
     La canción que Arisu sabía perfectamente de memoria era la que su padre había compuesto a su madre muchos años atrás. Le gustaba recordar esa canción, pensando en lo mucho que se querían sus padres en ese tiempo. Sus dedos siempre se movían solos tocando los acordes de la melodía, así que podía concentrarse en su voz.
     Después de casi dos minutos, Arisu terminó la canción y respiró aliviada por haberlo hecho mejor de lo que esperaba. Chie la miraba sorprendida, con una sonrisa dibujada en el rostro, mientras aplaudía muy efusivamente.
     – ¡Uah! ¡Se te da muy bien! – exclamó Chie acercándose más a ella.
     – Qu-qué va... – Arisu se sentía un poco avergonzada, y sus mejillas empezaron a ruborizarse. – No es para tanto, je, je.
     – ¿Qué dices? Cantas genial, y la canción es preciosa. ¿La has compuesto tú? No me suena.
     – La compuso mi padre para mi madre hace mucho tiempo – dijo Arisu, orgullosa por la canción de su padre. – Cuando todavía se querían ja, ja.
     Arisu estaba tan relajada hablando con Chie, que soltó esa frase sin pensar. Su compañera la miró con una ligera expresión de tristeza. Arisu se disculpó por el comentario un poco avergonzada y apenada.
     – Pues seguro que debió de haberla querido mucho – dijo Chie con una sonrisa, intentando animar a su amiga. Arisu la miró y, con una expresión de calidez, asintió firmemente con la cabeza. – Se te da muy bien la guitarra – dijo Chie regresando al tema anterior.
     – Se me da bastante mejor el piano. – Arisu reía tímida. – Pero eso sí que no me lo podía traer para aquí jaja.
     – En la sala de música hay un piano. – explicaba Chie – Creo que los del club de música se reúnen el martes, el jueves y... el sábado, sí. Así que el resto de los días te puedes colar a tocar un poco si quieres.
     – ¿En serio? – Arisu mostraba interés. Dejó la guitarra en la cama y se bajó al suelo con Chie, movida por la curiosidad. – ¿No pasa nada que entre sin permiso?
     – Bueno, en teoría es sólo para los del club de música... pero nunca hay nadie que vigile el pasillo ni si entra alguien en cualquier aula ni nada de eso. Así que no creo que haya ningún problema.
     Arisu se planteó la posibilidad de colarse en la sala de música, ya que tenía muchas ganas de tocar el piano de nuevo. Las dos amigas continuaron hablando hasta la hora de dormir.
     Al día siguiente, domingo, Arisu se despertó tarde, y aún después de despertarse, se quedó un rato remoloneando en la cama. Cuando ya se levantó, se encontró una nota de Chie en su escritorio, que decía que se había ido con el novio a pasar el día fuera. No tenía nada que hacer, así que se pasó el día estudiando y practicando con la guitarra.
     Por la noche cenó con Mayu y las chicas. En un momento de más intimidad, Arisu le preguntó a Mayu que cómo le iban las cosas con Hayame. Ella sólo sonrió tímida y asintió con la cabeza, ya que tenía miedo que las otras chicas escucharan algo. Arisu dedujo que se iban acercando poco a poco, y le mostró su alegría sonriéndole mientras levantaba su pulgar.
     Una semana había pasado ya desde que Arisu llegó al instituto. Había conocido ya a algunas personas, y había intimado hasta tal punto que llegó a saber cosas de ellas que nadie más conocía. Eso hacía que se sintiera menos tímida con el resto de compañeros, y más confiada consigo misma.
     Las clases habían terminado. Mientras salía por la puerta con su cartera colgando del hombro, recordó que Chie le dijo que los lunes por la tarde el aula de música estaba libre, y que podría tocar el piano.

¡PREGUNTA!

Tienes muchísimas ganas de tocar el piano, y, al parecer, hay uno libre en la sala de música del instituto. Pero, en teoría, sólo los alumnos del club de música tienen permiso para entrar fuera del horario escolar, y si te descubren, cosa que según Chie es poco probable, quizá podrías tener problemas. ¿Qué haces?
  • ¡Tengo que ir! Tocar el piano me hace sentir mejor, y además lo echo de menos.
  • Creo que... paso. Me da miedo que me descubran :S

A ver qué escogéis... òó


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Hana (31)

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On jueves, 1 de diciembre de 2011 at 12:00


      Cuando terminó la clase, Ryosuke recogió rápidamente sus cosas y salió a un paso acelerado del aula, dejando atrás a Natsumi. No quería hablar del tema con alguien tan cercano a Hana como era ella. Atravesó las puertas del instituto sintiéndose a salvo, cuando alguien saltó sobre su espalda. Por suerte pudo mantener el equilibrio.
      – No huyas, cobarde – dijo entre risas Natsumi, mientras le cogía con fuerza la mejilla derecha.
      Ryosuke, como pudo, se deshizo de ella, procurando también que no cayera al suelo y se lastimara.
      – ¡Dilo claro! – exclamó de repente, cuando por fin estaba estable en el suelo y lo enfrentó. – Te peleaste porque te gusta Hana.
      – Que pesada que eres… – se quejaba mientras iniciaba su marcha.
      – Y como Kato no deja de dar por saco… – proseguía Natsumi con su discurso – pues al final te tocó las narices. – Ryosuke se mantenía callado frente a las especulaciones de ella. Tenía la mirada al frente, desviada ligeramente hacia el suelo. – ¿Ves? Quien calla otorga.
      Ryosuke resopló. No había sentido en intentar ocultar algo que, al parecer, resultaba bastante evidente. Aún así, el que Natsumi lo supiera lo hacía sentir incómodo y un tanto inseguro. Ella lo miraba, esperando algún tipo de respuesta.
      – ¿Me equivoco? – preguntó ella, intentando que Ryosuke se decidiera a que le confesara sus sentimientos por Hana.
      – No – dijo él de una manera fría y seca. Esa manera de decirlo sorprendió ligeramente a Natsumi. De nuevo un silencio entre los dos se formó.
      – ¿No piensas decírselo? – Natsumi se mostraba insistente, intentando conseguir la reacción de él.
      – Hasta hace poco Hana bebía los vientos por Kato… Y aunque éste haya sido un capullo con ella, yo no sé si Hana se habrá olvidado ya de él o no – explicó Ryosuke, caminando con las manos en los bolsillos y la mirada al frente. – Si ella quisiera estar conmigo, no quiero que sea para olvidarse de otro.
      – Y con Kato rondando todo el día a su alrededor es difícil que Hana se olvide del todo de él, ¿no? – Natsumi empezaba a comprender la situación, y pudo entender, aunque levemente, como se debería de sentir Ryosuke. – ¿Por eso os peleasteis?
      – Sí… – contestó Ryosuke, agachando la cabeza, ligeramente avergonzado. – Pero creo que eso ha sido peor que no hacer nada. No sé que hacer…
      – ¿Quieres que hable con ella? – preguntó Natsumi, intentando ser de algo de ayuda.
      – ¡No! – exclamó repentinamente Ryosuke. Se dio cuenta de que se había alterado un poco, y bajó el tono de voz. – No, tengo que decírselo yo.
      – ¡Pues espabila! – Natsumi sonrió y golpeó con efusividad la espalda de Ryosuke. – ¡Yo te apoyo!
      Por la noche, Hana llamó a Natsumi, con ganas de saber de lo que había hablado con Ryosuke. Sin embargo, Natsumi le dio su palabra de que no le diría nada a Hana, así que se mordió el labio para no hablar más de la cuenta. Al ver que no contestaba, Hana insistió, y entonces Natsumi le dijo, con una voz de arrepentimiento, que se le había olvidado preguntarle.


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