The Lost Light (50)
Publicado por Hikari | Etiquetas: The Lost Light - Los 8 espíritus | Posted On lunes, 30 de agosto de 2010 at 16:38
Akane se abalanzó sobre Megumi y cayeron las dos en el suelo de una habitación del palacio de Megumi a través del agujero negro. “¡Si piensas que me voy a rendir al final vas lista!” dijo Akane levantándose. Megumi la miró furiosa. La había seguido, pero en realidad Akane no sabía lo que debía hacer.
Akane: ¡Has causado mucho daño a mis amigos!
Megumi: Si, pero siempre ha habido alguien para molestar en medio… Matar a esos dos humanos hubiera sido muy fácil si no hubieras estado allí. Aunque supongo que ellos son el menor de mis males…
Akane: ¿¡Qué es lo que quieres!?
Megumi: No es asunto tuyo, mocosa.
Dicho esto, se dio la vuelta e hizo aparecer un agujero negro. Akane disparó un rayo de luz y lo hizo desaparecer. “¡No pienses que te voy a dejar huir otra vez!” gritó Akane. Megumi la miró con cara de desprecio que se transformó en una cara de soberbia con una mirada altiva. “¿Piensas que puedes detenerme?” dijo mientras estiraba su mano en dirección a Akane. De repente, apretó el puño y un poder oscuro empezó a recorrer el cuerpo de la chica. Akane empezó a gritar y cuando cayó al suelo dejó caer la vara. Megumi se la quitó y se marchó. Akane con esfuerzo se levantó. Vio que Megumi se había marchado con su vara y empezó a perder las fuerzas y el ánimo. Entonces miró por toda la habitación. Tras ella había una cortina que dejaba ver la forma de un cuerpo tras ella. Akame la abrió y vio el cuerpo de Mina, colgando de la pared, con una venda en los ojos y con sus muñecas sangrando. Estaba muy pálida. Akane cogió una silla que había por allí cerca y la puso en frente de Mina, para subirse sobre ella y estar a su altura.
Akane: ¡Mina! ¡Mina! ¿Me oyes? (decía mientras le daba golpecitos en la cara)
Mina: Ughm… ¿A…ka…ne?
Akane: ¡Mina! ¿Estás bien?
Mina: ¿Tú que cre…? ugh..
Akane: ¡Espera! Intentaré liberarte.
Akane miraba los grilletes que rodeaban las muñecas de Mina para ver si se podían abrir. No encontró ningún tipo de bisagra ni cerradura ni nada… Así que creyó que había sido creada directamente sobre la muñeca de Mina.
Akane: ¿La hizo con su poder?
Mina: Es posible…
Akane: Yo… no puedo liberarte…
Mina: Tu poder… lo contrarresta…
Akane: ¡Pero me ha quitado la vara!
Mina: El poder… no es de la vara…
Akane: ¡Pero!
Mina: Ya lo utilizabas antes… ¿no?
Akane la miró sorprendida. Siempre había asociado su poder a la vara, como en tantas historias de magos. Pero antes de tenerla completa ya lo había usado. Se bajó de la silla y la puso bajo los pies de Mina, para que al liberarla de un grillete no sufriera daño en la otra mano. Así, desde abajo, puso sus manos en dirección al grillete. “¿Podrás aguantarte bien?” preguntó Akane preocupada. Mina asintió. Se concentró mucho y la magia empezó a fluir por su cuerpo. Esta vez no apareció ningún sello bajo sus pies y pensó que no funcionaría. Pero lo hizo. Logró eliminar un grillete y el cuerpo de Mina cayó sobre la silla. Corrió en eliminar el otro, porque vio que estaba sangrando más. Mina cayó y Akane la cogió, pero cayeron las dos al suelo. Curó sus heridas, pero había perdido sangre y eso no podía repararlo. Con Mina apoyada sobre ella, salieron de esa habitación en busca de Megumi. Cuando la encontraron, estaba de pie en una sala circular, de espaldas a ellas.
Megumi: Ya me estás molestando de nuevo…
Akane: ¿Por qué quieres que muera Mina? ¿No es tu hermana?
Megumi: ¿No crees que es muy duro vivir a la sombra de alguien? Tú también lo has vivido… Y también te deshiciste de tu hermana…
Akane: ¡Eso fue un accidente! ¡Y la voy a salvar!
Megumi: Lo que tu digas… En cuanto Mina muera, yo obtendré su poder y reinaré sobre todos. Ni siquiera un insecto como tú o tus amigos podrá detenerme.
Akane: ¿Y por qué no la mataste de golpe? Así hubiera sido más rápido. Aún así, la dejaste que muriera poco a poco. Creo que en realidad no querías matarla…
Megumi se giró y la miró directamente a los ojos. De pronto empezó a reír.
Megumi: Ja, ja, ja, ja. ¡Oh, qué tierno! Ja, ja, ja, ja. ¿En serio pensaste eso? De verdad eres una chica con imaginación…
Akane: Entonces, ¿por qué?
Megumi: ¿A ti qué te importa?
Mina: Necesita… vaciar mi cuerpo… de sangre…
Akane: ¿Para qué?
Mina: Es la forma… en que moriré… sin reencarnarme y sin dejar… espíritu…
Megumi: Maldita Mina, siempre tienes una respuesta para todo, ¿eh?
Megumi usó su poder para separar a Mina de Akane y empujar a Mina a la otra punta de la habitación, con lo que quedaba Megumi entre las dos. “¿De verdad creéis que podéis derrotarme?” dijo furiosa.
©Hikari
Akane: ¡Has causado mucho daño a mis amigos!
Megumi: Si, pero siempre ha habido alguien para molestar en medio… Matar a esos dos humanos hubiera sido muy fácil si no hubieras estado allí. Aunque supongo que ellos son el menor de mis males…
Akane: ¿¡Qué es lo que quieres!?
Megumi: No es asunto tuyo, mocosa.
Dicho esto, se dio la vuelta e hizo aparecer un agujero negro. Akane disparó un rayo de luz y lo hizo desaparecer. “¡No pienses que te voy a dejar huir otra vez!” gritó Akane. Megumi la miró con cara de desprecio que se transformó en una cara de soberbia con una mirada altiva. “¿Piensas que puedes detenerme?” dijo mientras estiraba su mano en dirección a Akane. De repente, apretó el puño y un poder oscuro empezó a recorrer el cuerpo de la chica. Akane empezó a gritar y cuando cayó al suelo dejó caer la vara. Megumi se la quitó y se marchó. Akane con esfuerzo se levantó. Vio que Megumi se había marchado con su vara y empezó a perder las fuerzas y el ánimo. Entonces miró por toda la habitación. Tras ella había una cortina que dejaba ver la forma de un cuerpo tras ella. Akame la abrió y vio el cuerpo de Mina, colgando de la pared, con una venda en los ojos y con sus muñecas sangrando. Estaba muy pálida. Akane cogió una silla que había por allí cerca y la puso en frente de Mina, para subirse sobre ella y estar a su altura.
Akane: ¡Mina! ¡Mina! ¿Me oyes? (decía mientras le daba golpecitos en la cara)
Mina: Ughm… ¿A…ka…ne?
Akane: ¡Mina! ¿Estás bien?
Mina: ¿Tú que cre…? ugh..
Akane: ¡Espera! Intentaré liberarte.
Akane miraba los grilletes que rodeaban las muñecas de Mina para ver si se podían abrir. No encontró ningún tipo de bisagra ni cerradura ni nada… Así que creyó que había sido creada directamente sobre la muñeca de Mina.
Akane: ¿La hizo con su poder?
Mina: Es posible…
Akane: Yo… no puedo liberarte…
Mina: Tu poder… lo contrarresta…
Akane: ¡Pero me ha quitado la vara!
Mina: El poder… no es de la vara…
Akane: ¡Pero!
Mina: Ya lo utilizabas antes… ¿no?
Akane la miró sorprendida. Siempre había asociado su poder a la vara, como en tantas historias de magos. Pero antes de tenerla completa ya lo había usado. Se bajó de la silla y la puso bajo los pies de Mina, para que al liberarla de un grillete no sufriera daño en la otra mano. Así, desde abajo, puso sus manos en dirección al grillete. “¿Podrás aguantarte bien?” preguntó Akane preocupada. Mina asintió. Se concentró mucho y la magia empezó a fluir por su cuerpo. Esta vez no apareció ningún sello bajo sus pies y pensó que no funcionaría. Pero lo hizo. Logró eliminar un grillete y el cuerpo de Mina cayó sobre la silla. Corrió en eliminar el otro, porque vio que estaba sangrando más. Mina cayó y Akane la cogió, pero cayeron las dos al suelo. Curó sus heridas, pero había perdido sangre y eso no podía repararlo. Con Mina apoyada sobre ella, salieron de esa habitación en busca de Megumi. Cuando la encontraron, estaba de pie en una sala circular, de espaldas a ellas.
Megumi: Ya me estás molestando de nuevo…
Akane: ¿Por qué quieres que muera Mina? ¿No es tu hermana?
Megumi: ¿No crees que es muy duro vivir a la sombra de alguien? Tú también lo has vivido… Y también te deshiciste de tu hermana…
Akane: ¡Eso fue un accidente! ¡Y la voy a salvar!
Megumi: Lo que tu digas… En cuanto Mina muera, yo obtendré su poder y reinaré sobre todos. Ni siquiera un insecto como tú o tus amigos podrá detenerme.
Akane: ¿Y por qué no la mataste de golpe? Así hubiera sido más rápido. Aún así, la dejaste que muriera poco a poco. Creo que en realidad no querías matarla…
Megumi se giró y la miró directamente a los ojos. De pronto empezó a reír.
Megumi: Ja, ja, ja, ja. ¡Oh, qué tierno! Ja, ja, ja, ja. ¿En serio pensaste eso? De verdad eres una chica con imaginación…
Akane: Entonces, ¿por qué?
Megumi: ¿A ti qué te importa?
Mina: Necesita… vaciar mi cuerpo… de sangre…
Akane: ¿Para qué?
Mina: Es la forma… en que moriré… sin reencarnarme y sin dejar… espíritu…
Megumi: Maldita Mina, siempre tienes una respuesta para todo, ¿eh?
Megumi usó su poder para separar a Mina de Akane y empujar a Mina a la otra punta de la habitación, con lo que quedaba Megumi entre las dos. “¿De verdad creéis que podéis derrotarme?” dijo furiosa.
©Hikari