The Lost Light (47)
Publicado por Hikari | Etiquetas: The Lost Light - Los 8 espíritus | Posted On martes, 17 de agosto de 2010 at 21:26
El rey la miró fijamente y dejó ver una cara de terror entre toda su soberbia. Hizo un gesto con la mano y Ciara fue cogida por el verdugo, poniendo su cuello sobre un trozo de tronco, y levantando el hacha en plan amenazante. Entre toda la gente de la plaza se oía la voz de su madre gritando por favor que la dejaran ir. El rey hizo otro gesto con la mano y muchísimos guardias armados rodearon a los espíritus y Mitsu y Koan. “Si haces algo, todos sufrirán…” dijo el rey con un tono chulesco. Entonces, Kaito levantó una barrera de aire que hizo volar a todos los caballeros armados de su alrededor. En ese momento dispararon flechas desde posiciones más elevadas y entre Kaito y Sui las disiparon. Balder hizo que cayeran rayos sobre los arqueros, dejándolos incapacitados.
Estuvieron un buen rato discutiendo. Mientras tanto, Ishida y Akane estaban bastante cerca de la capital, pero aún les quedaba por lo menos media hora para llegar. Fue entonces cuando vieron a Spiky volando. Akane lanzó una cuerda de luz y agarró la pata de Spiky, que cuando los vio, bajó en seguida. Akane le pidió que los llevara donde estaban todos, y subieron sobre su lomo.
El rey veía que sus caballeros no tenían nada que hacer contra ellos. “¡Basta ya de tonterías! ¡Entregadme a Akane y nadie más sufrirá daños!” gritó el rey, pero ellos se negaron, así que dio la señal para que mataran a Ciara. Fue muy rápido y a ninguno le dio tiempo a reaccionar. El hacha del verdugo estaba casi tocando el cuello de la chica cuando de golpe un sello de luz se interpuso en la trayectoria del arma, bloqueándola. Todo el mundo miraba hacia todos lados buscando a Akane, cuando detrás del verdugo apareció Ishida. Éste lo mató y liberó a los prisioneros. El rey se puso nervioso y gritó “¡Matadlos a todos!”. La gente del pueblo empezó a huir y correr en todas direcciones. Un sello de luz cubrió el suelo de la plaza, y todos los caballeros del rey fueron capturados por cuerdas de luz que salían del suelo. El rey corrió a esconderse en su palacio. Entró en sus aposentos y cerró la puerta. A su espalda había una mujer.
MM: Me has decepcionado…
Rey: ¿Qué haces aquí? ¡GUARDIAS! ACABAD CON ELLA.
MM: Creí haberte dicho que no hicieras nada…
Rey: Ah… eres… tú…
MM: Creí haberte dicho que YO me encargaría de todo…
Rey: Lo.. lo siento!
MM: Has actuado por tu cuenta y has vuelto a fracasar…
Rey: Y-Yo pensé que…
MM: Pensaste mal… todo acaba aquí para ti.
Rey: ¡No, por favor!
Akane y los demás entraron al palacio a buscar al rey, cuando de pronto oyeron un grito desgarrador en una de las habitaciones. Cuando entraron, el rey yacía muerto en su cama, sin nadie más alrededor. Koan examinó el cadáver y vio que no había ni heridas ni ningún tipo de marca. Mina se acercó a mirar también. “Quizá haya muerto envenenado” dijo Koan, pero Mina dijo que habían usado magia contra él.
Koan: ¿Y qué tipo de magia te mata sin dejar huellas de ningún tipo?
Mina: (…)
Balder: Una magia que no se ve y que no deja rastro sólo puede ser…
Koan: ¿…?
Mina: Mi magia…
Mina, que ya llevaba tiempo viendo que todos sus enemigos usaban magia oscura, no podía entender lo que estaba pasando. Pararon a descansar en casa de Koan. No había nadie en su casa porque sus padres se habían ido a vivir con su hermano al país vecino. Yuki fue a hablar con Ishida. “Al final has venido” le dijo ella con una sonrisa, a lo que él contestó “Cállate… he venido porque he querido…”. Yuki se rio. Mina los llamó porque iban a hablar todos.
Mina: ¿Es cierto que estuviste investigando, Ishida?
Ishida: Sí.
Balder: ¿Y qué descubriste?
Ishida: Bueno, parece ser todos estos enemigos forman parte de una familia… Aunque no sé si de verdad son parientes o se hacen llamar familia.
Koan: Tendría lógica que fueran parientes ya que todos usan el mismo tipo de magia…
Mitsu: Además los que nos iban atacando, cada vez parecían más mayores…
Ryuka: Cierto, como si hubieran empezado a atacar los novatos…
Mina: Sí que son una familia… Porque aquel hombre, el del halcón, la llamó madre…
Sui: ¿Entonces nos enfrentamos a una mujer mayor? Porque sus hijos no son precisamente unos niños…
Yuki: O una mujer mayor… o una mujer que ha vivido durante cientos de años…
Akane: ¿Te refieres a…?
Yuki: Pensadlo… Hace mil años caímos en una trampa y todos fuimos asesinados… culpamos al rey… Pero… ¿cómo iba el rey a saber que si mataba antes a un ser querido nuestro espíritu se quedaría en la tierra?
Todos se quedaron pensativos. Kaito hacía ya un rato que le daba vueltas a una idea en la cabeza.
Yuki: Parece que alguien va tras Akane…
Kaito: No creo que sea Akane a la que buscan…
Ishida: ¿Qué dices, canijo? Sí desde un principio han ido a por ella…
Kaito: ¡Oye, que lo digo en serio! Si de verdad fueran tras Akane, la deberían haber seguido cuando huimos de la capital al principio de todo…
Balder: ¿Estás diciendo que en realidad van a por uno de nosotros?
Kaito: Si todo esto empezó 1000 años atrás, es imposible que el objetivo sea Akane…
Ishida: También cabe la posibilidad de que quieran acabar con todos nosotros…
Mina: Entonces podrían habernos matado uno a uno en vez de dejar nuestro espíritu aquí…
Todos iban sacando teorías sobre cuál era el objetivo del enemigo. Hablando, cayó la noche. Mientras cenaban empezó a llover. Durmieron repartidos por la casa. Mina no podía dormir y salió al porche de la casa con una manta. Como líder de la División Especial de Caballeros, se sentía responsable de la vida de sus compañeros. Mientras estaba sumida en sus pensamientos, una mujer de cabello negro recogido en una coleta, que vestía un vestido bastante antiguo pasó corriendo por delante de la casa. Tropezó y cayó al suelo. Mina fue a ayudarla, porque parecía que le costaba moverse. La agarró del brazo para levantarla y cuando la mujer se levantó y Mina le vio la cara, se quedó helada. “Megumi… ¿Eres.. tú?”
©Hikari
Estuvieron un buen rato discutiendo. Mientras tanto, Ishida y Akane estaban bastante cerca de la capital, pero aún les quedaba por lo menos media hora para llegar. Fue entonces cuando vieron a Spiky volando. Akane lanzó una cuerda de luz y agarró la pata de Spiky, que cuando los vio, bajó en seguida. Akane le pidió que los llevara donde estaban todos, y subieron sobre su lomo.
El rey veía que sus caballeros no tenían nada que hacer contra ellos. “¡Basta ya de tonterías! ¡Entregadme a Akane y nadie más sufrirá daños!” gritó el rey, pero ellos se negaron, así que dio la señal para que mataran a Ciara. Fue muy rápido y a ninguno le dio tiempo a reaccionar. El hacha del verdugo estaba casi tocando el cuello de la chica cuando de golpe un sello de luz se interpuso en la trayectoria del arma, bloqueándola. Todo el mundo miraba hacia todos lados buscando a Akane, cuando detrás del verdugo apareció Ishida. Éste lo mató y liberó a los prisioneros. El rey se puso nervioso y gritó “¡Matadlos a todos!”. La gente del pueblo empezó a huir y correr en todas direcciones. Un sello de luz cubrió el suelo de la plaza, y todos los caballeros del rey fueron capturados por cuerdas de luz que salían del suelo. El rey corrió a esconderse en su palacio. Entró en sus aposentos y cerró la puerta. A su espalda había una mujer.
MM: Me has decepcionado…
Rey: ¿Qué haces aquí? ¡GUARDIAS! ACABAD CON ELLA.
MM: Creí haberte dicho que no hicieras nada…
Rey: Ah… eres… tú…
MM: Creí haberte dicho que YO me encargaría de todo…
Rey: Lo.. lo siento!
MM: Has actuado por tu cuenta y has vuelto a fracasar…
Rey: Y-Yo pensé que…
MM: Pensaste mal… todo acaba aquí para ti.
Rey: ¡No, por favor!
Akane y los demás entraron al palacio a buscar al rey, cuando de pronto oyeron un grito desgarrador en una de las habitaciones. Cuando entraron, el rey yacía muerto en su cama, sin nadie más alrededor. Koan examinó el cadáver y vio que no había ni heridas ni ningún tipo de marca. Mina se acercó a mirar también. “Quizá haya muerto envenenado” dijo Koan, pero Mina dijo que habían usado magia contra él.
Koan: ¿Y qué tipo de magia te mata sin dejar huellas de ningún tipo?
Mina: (…)
Balder: Una magia que no se ve y que no deja rastro sólo puede ser…
Koan: ¿…?
Mina: Mi magia…
Mina, que ya llevaba tiempo viendo que todos sus enemigos usaban magia oscura, no podía entender lo que estaba pasando. Pararon a descansar en casa de Koan. No había nadie en su casa porque sus padres se habían ido a vivir con su hermano al país vecino. Yuki fue a hablar con Ishida. “Al final has venido” le dijo ella con una sonrisa, a lo que él contestó “Cállate… he venido porque he querido…”. Yuki se rio. Mina los llamó porque iban a hablar todos.
Mina: ¿Es cierto que estuviste investigando, Ishida?
Ishida: Sí.
Balder: ¿Y qué descubriste?
Ishida: Bueno, parece ser todos estos enemigos forman parte de una familia… Aunque no sé si de verdad son parientes o se hacen llamar familia.
Koan: Tendría lógica que fueran parientes ya que todos usan el mismo tipo de magia…
Mitsu: Además los que nos iban atacando, cada vez parecían más mayores…
Ryuka: Cierto, como si hubieran empezado a atacar los novatos…
Mina: Sí que son una familia… Porque aquel hombre, el del halcón, la llamó madre…
Sui: ¿Entonces nos enfrentamos a una mujer mayor? Porque sus hijos no son precisamente unos niños…
Yuki: O una mujer mayor… o una mujer que ha vivido durante cientos de años…
Akane: ¿Te refieres a…?
Yuki: Pensadlo… Hace mil años caímos en una trampa y todos fuimos asesinados… culpamos al rey… Pero… ¿cómo iba el rey a saber que si mataba antes a un ser querido nuestro espíritu se quedaría en la tierra?
Todos se quedaron pensativos. Kaito hacía ya un rato que le daba vueltas a una idea en la cabeza.
Yuki: Parece que alguien va tras Akane…
Kaito: No creo que sea Akane a la que buscan…
Ishida: ¿Qué dices, canijo? Sí desde un principio han ido a por ella…
Kaito: ¡Oye, que lo digo en serio! Si de verdad fueran tras Akane, la deberían haber seguido cuando huimos de la capital al principio de todo…
Balder: ¿Estás diciendo que en realidad van a por uno de nosotros?
Kaito: Si todo esto empezó 1000 años atrás, es imposible que el objetivo sea Akane…
Ishida: También cabe la posibilidad de que quieran acabar con todos nosotros…
Mina: Entonces podrían habernos matado uno a uno en vez de dejar nuestro espíritu aquí…
Todos iban sacando teorías sobre cuál era el objetivo del enemigo. Hablando, cayó la noche. Mientras cenaban empezó a llover. Durmieron repartidos por la casa. Mina no podía dormir y salió al porche de la casa con una manta. Como líder de la División Especial de Caballeros, se sentía responsable de la vida de sus compañeros. Mientras estaba sumida en sus pensamientos, una mujer de cabello negro recogido en una coleta, que vestía un vestido bastante antiguo pasó corriendo por delante de la casa. Tropezó y cayó al suelo. Mina fue a ayudarla, porque parecía que le costaba moverse. La agarró del brazo para levantarla y cuando la mujer se levantó y Mina le vio la cara, se quedó helada. “Megumi… ¿Eres.. tú?”
©Hikari