Juego de Imaginación

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On sábado, 15 de octubre de 2011 at 12:26

Mira que Ichitaka me lo recordó ayer... pero me he levantado tan inspirada para estudiar que casi se me olvida... aprovecharé la mañana para escribir, a ver que se me ocurre xDD Oh, y siento no haber escrito Hana esta semana, pero llevo un acúmulo de trabajo que casi no me deja tiempo =.=

En fin, resultados!

  • El pueblo.... ha decidido.... que Arisu... se pondrá los auriculares para no molestar.
Es vuestra decisión... mmmjujuju *cough cough* Que me parece estupenda :D Ale, empecemos a escribir! *Imagination running* Quizá es largo porque no sé qué preguntar hoy xDDDD

      Arisu estaba estirada en la cama, con el móvil en la mano, buscando aquel juego de música que tan enganchada la tenía. Al iniciar el juego, la música sonó fuerte. Sobresaltada, tapó el auricular con la mano. Akimoto la miró.
      – Lo siento – se disculpó Arisu, que inmediatamente se levantó a coger sus auriculares del primer cajón de su escritorio.
      De nuevo, estirada en la cama, pulsaba los botones del móvil al ritmo de las canciones de grandes grupos de rock, en el momento indicado. Estaba tan metida en el juego, que ni siquiera vio cuando Akimoto se levantaba de su asiento. Sólo escuchó el fuerte golpe de la persiana cayendo rápida.
      – ¿Pasa algo? – dijo Arisu, tras poner el juego en pausa y liberando sus oídos del aislamiento que le proporcionaban los auriculares.
      – ¿Eh? N-no – balbuceó Akimoto, de nuevo sintiéndose avergonzada por su comportamiento. – Es que... ehm... había ruido fuera y me molestaba. 

      Arisu se extrañó de aquella respuesta. No entendía qué ruido podría haber fuera que hizo que fuera necesario bajar la persiana, estando ya la ventana cerrada. Sin comprender bien la situación, Arisu regresó a su juego, pero de tanto en tanto echaba miradas furtivas a su compañera. Una de esas veces se fijó en su rostro apagado y sus ojos brillantes, que parecían gritar a los cuatro vientos la pena de Akimoto. Arisu no se atrevía a preguntarle qué le pasaba, no sentía confianza en ella misma, y pensó que tal vez creería su compañera que era una cotilla.      Miró su reloj. Era quizá algo pronto para la hora a la que ella estaba acostumbrada a cenar, aún así decidió bajar al comedor del dormitorio. Salió de la habitación y cerró la puerta tras ella. Volvió la vista y miró hacia la puerta, como si pudiera ver a través, sintiendo como Akimoto se derrumbaba sobre la mesa. Apenada por su compañera, bajó las escaleras.
      Abajo en el comedor, había varios grupos de chicas, sentadas en distintas mesas, cenando mientras mantenían conversaciones animadas. Arisu miró qué había para cenar. Tomó un bol de arroz y un poco de pescado, y lo colocó sobre una bandeja. Con ella en la mano, buscaba un sitio libre donde sentarse, pero en todas las mesas había alguien, y le daba vergüenza. Un grupo de chicas miraban en su dirección, y levantaron la mano, indicándole que fuera con ellas. Arisu miró hacia atrás, para comprobar que de verdad era a ella a quien llamaban.
      – ¡Hola! – dijeron a coro todas las chicas de aquella mesa.
      – Tú eres la nueva, ¿verdad? – preguntó una de las chicas. Era una joven muy guapa, con un pelo liso negro brillante, que le caía por encima de los hombros. Arisu asintió. – Siéntate con nosotras.
      Las chicas se apartaron, dejándole un hueco en el banco que tenían aquellas mesas como asiento. Arisu lo agradeció, dejó su bandeja en la mesa y se sentó.
      – Yo soy Mayu Nakishima – dijo aquella chica, sentada a su lado, mientras colocaba su brillante cabellera detrás de la oreja.
      – Arisu Iwakura – dijo ella, mientras separaba sus palillos. Estaba muy nerviosa, no estaba acostumbrada a estar rodeada de tanta gente desconocida. Un palillo se le escapó de entre los dedos, rebotó en el bol de arroz y quedó estirado encima de la bandeja. Rió nerviosa. El resto de chicas sonrieron divertidas.
      Una a una, se fueron presentando. Arisu pudo ver que todas ellas eran muy guapas, pero ninguna tenía comparación con Nakishima. Pasaron la cena hablando y riendo. Arisu se lo pasó bien hablando de moda, maquillaje y chicos, que parecía ser el único tema de conversación de aquel grupo de chicas. Pero eran divertidas, y consiguieron que se relajara.
      Al día siguiente, Arisu fue a la sala de profesores, a conocer a su tutor. Resultó ser una mujer joven, de unos 35 años, que vestía con camisa y una falda hasta las rodillas.
      – ¿Iwakura? – preguntó ella al verla plantada en la puerta, mirando a todos lados. Arisu la vio y se dirigió hacia ella.. – Eres Iwakura, ¿cierto? Yo soy Ebisawa, seré tu tutora este año.
      Estuvieron hablando sobre el cambio de domicilio y el traslado a ese instituto de camino a la clase. Ebisawa intentaba que la chica se relajara, ya que parecía bastante tensa. Llegaron por fin a la clase 1-B.
      – Vamos – le dijo Ebisawa a Arisu, mientras abría la puerta, con una sonrisa fresca, que hacía calmar sus nervios. Entraron los dos en clase.
      Todo el ruido de los alumnos hablando desapareció en cuanto entraron ellos dos, lo que hizo regresar la tensión a Arisu.
      – Va, va, sentaos en vuestros asientos – decía la profesora, intentando poner orden en aquella clase. – Hoy tenemos a una alumna que se incorporará a nuestra clase. Espero que la tratéis bien. Se oían murmullos por la clase. Arisu entrelazaba sus dedos, nerviosa por la situación. Ebisawa la miraba , indicándole que debía presentarse a sus compañeros.
      – M-mi nombre es Arisu Iwakura. Encantada de conoceros – Arisu agachó la cabeza, mostrando respeto. Cuando levantó la vista a sus compañeros, pudo ver que Nakishima, la chica de la cafetería, estaba allí sentada, mirándola sonriente. Eso la tranquilizó un poco.
      – Muy bien Arisu, puedes sentarte al lado de Fukuyama – Ebisawa le indicó el asiento y Arisu se sentó.
      Cuando terminó la primera hora de clase, muchos de sus nuevos compañeros se acercaron a hablar con ella, curiosos por la novedad que suponía.



Vale, ahora sí. ¡Pregunta! (me ha costado saber qué preguntar @.@)

Eres una chica tímida que de pronto se ve rodeada por un montón de gente desconocida. Es verdad que tienes que relacionarte con tus compañeros, ¿pero con todos de golpe? Te empiezas a poner nerviosa y la pierna derecha se empieza a mover sola. ¿Qué haces?
  • ¡Huyo! Les pongo la excusa de que tengo que hablar con Ebisawa y me piro de ahí.
  • Tengo que salir de ahí... pero estoy demasiado nerviosa...
  • ¡Aguanto el tipo! Cruzo la pierna izquierda por encima de la derecha para que se deje de mover, y charlo con mis compañeros de clase.
Ale, estas son las opciones hoy :D Tenéis la encuesta en el lateral, as always ^^


© Hikari

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