En fin, muy a pesar de Ichi, ha ganado la opción que yo en un principio ya había pensado jajaja Y NO ES COSA DE MUJERES! Porque Carlos también ha votado eso xDD

¡Las compartirá con Yoshitaka! ¿Por qué? Porque este chico no se corta y a tod@s nos gustan las historias con chicha xDD

     Arisu pensaba en qué podría hacer con las galletas que le habían sobrado y que tenía guardadas en su mochila. Entonces por su cabeza pasó, como un flash, el rostro de Yoshitaka Manabe suplicando por el cupcake.
     – ¿Vienes al bus? – preguntó Mayu una vez el día escolar finalizó.
     – Ah... No – Arisu estaba ligeramente sonrojada. Apretó fuerte las asas de su cartera y tomó una decisión importante para ella.– Me voy a quedar. Tengo cosas que hacer.
     Mayu parpadeó perpleja por la expresión de Arisu, pero únicamente se encogió de hombros y se despidió de ella. Arisu bajó las escaleras lentamente, para darle tiempo a su amiga a abandonar el instituto. Sentía vergüenza de lo que iba a hacer, pero por otra parte, sentía que necesitaba hacerlo.
     Estaba en las puertas del gimnasio, viendo como entrenaban los del club de baloncesto. Chie también estaba allí, por lo que tenía miedo que la reprendiera por ir a ver a Manabe. Ya sabía que era un lisonjero, y que tal vez lo hacía sólo para ganarse el afecto de cuantas más chicas mejor, por eso mismo no creía que hubiera problema alguno.
     – ¿Cuál es? – oyó que preguntaba una voz por detrás. Arisu se sobresaltó y al darse la vuelta se topó con Mayu, mirándola con una sonrisa divertida. – ¿Pensabas que me ibas a dar esquinazo? Sólo por tu cara ya sabía que ibas a quedarte a verle.
     – Es... – Arisu agachó la cabeza, tímida – el número cuatro.
     – ¡Uah! – exclamó Mayu tras localizarlo en la pista – Es muy guapo... ¿En serio intentó ligar contigo?
     – Bueno, algo así... Tampoco lo tengo muy claro. – Mayu también conocía la historia de sus ansias de flirteo, así que no tuvo que volver a repetirlo, lo cual la hacía sentir aliviada. – ¡Eh! ¡Un momento! ¿Tanto te extraña que ÉL intentara ligar conmigo? – ambas empezaron a reír.
     Las dos chicas estuvieron hablando, y el entreno terminó antes de que se dieran cuenta. Mayu propuso esperarle en la puerta, ya que todos se habían marchado al vestuario. De ese modo se encontraría seguro con él. Justo en el momento en que Manabe y otro grupo de chicos salía por la puerta, Mayu abandonó a Arisu y se marchó corriendo deseándole suerte. Cuando la llamaba para que regresara a darle apoyo moral, Manabe se percató de su presencia.
     – ¿Has vuelto para nuestra cita? – preguntó Yoshi risueño, cuando Arisu aún no se había vuelto hacia él. Cuando se giró le miró directamente a los ojos, y le dio mucha vergüenza.
     Arisu empezó a rebuscar en su cartera, sin haber pronunciado siquiera una palabra. Tuvo que sacar la libreta y el libro de inglés para poder llegar a las galletas, que habían ido a parar al fondo de la mochila.
     – Toma – dijo ella entregándole la bolsa de galletas a Yoshi. – Ayer hice galletas y he pensado que... tal vez...
     – ¿Las has hecho para mí? – parecía sorprendido y bastante ilusionado, pero cuando vio la expresión de Arisu resopló con una sonrisa triste. – Son las sobras, ¿no? – Arisu frunció el ceño. Vale que no las había hecho expresamente para él, pero tampoco hacía falta hacerle desprecio de esa manera. – ¡Era broma! No pongas esa cara, mujer. Si me encanta que hayas pensado en mí.
     No era broma, era evidente que no, pero Yoshitaka intentó arreglarlo en cierto modo, lo que apaciguó la rabia de Arisu. Sonrió cuanto pudo y se despidió educadamente de él.
     – ¿Eh? ¿Ya está? – preguntó Manabe cruzándose de brazos, pero sin perder ni un segundo la sonrisa. Arisu asintió con la cabeza, sin saber qué decir o hacer – Vente a tomar algo conmigo. Así te agradezco lo de las galletas.

Cita:

• Sí 
• No