The Lost Light (30)
Publicado por Hikari | Etiquetas: The Lost Light - Los 8 espíritus | Posted On martes, 30 de marzo de 2010 at 10:39
A Akane, los días después de la batalla, aún le dolía algo el estómago, así que durante pequeños intervalos se pasaba la mano por encima de la barriga para ir curando poco a poco (por si había algo todavía herido en su interior). Durante esos días estuvieron todos junto a ella, por si en algún momento se sentía débil (ya que, extrañamente, esa vez no sufrió ningún desmayo). Una noche que pasaron a la intemperie del bosque, Akane dijo que iba a dar una vuelta sola. Ellos le dijeron que mejor que la acompañara alguien y Mitsu se ofreció a ir con ella. Así que se fueron ellos dos solos y se quedaron al lado de la hoguera Mina, Koan, Ryuka y los espíritus. Koan y Ryuka se llevaban cada vez mejor, y con la excusa de que por la noche hace fresco, Koan se pegaba a Ryuka. Estaban Akane y Mitsu solos. Akane le contó a Mitsu que creyó oir la voz de su hermana en su cabeza, que creía que desde que llegó a este mundo le ha estado dando ánimos y aponyandola en todo momento. Mitsu le dijo que seguro que lograría salvarla y Akane le sonrió con una expresión triste. Entonces a Mitsu le dio un pequeño dolor en el pecho, ya que la herida que le causó Midori aún no estba curada del todo. Akane lo vio y le desabrochó la camisa. "¿Q-Qué haces?" preguntó Mitsu sonrojado. Akane le puso las manos sobre la herida y lo curó. Ella lo miró y le sonrió y le pidió disculpas por no haberlo curado antes. Mitsu la miró fijamente y poco a poco iba acercando su cara a la de ella. Pero ella se giró (sin darse cuenta de nada) y dijo que ya era hora de volver. Mitsu pensó "QUÉ NARICES ESTOY HACIENDO >///<". Cuando Akane dio un paso, una serpiente bastante grande se avalanzó sobre ella. Pero Akane del susto puso las manos y una pequeña luz (como un flash) apartó a la serpiente, que se fue reptando. Por esa pequeña luz Akane se cansó un poco y Mitsu la agarró. "¿E-estás bien?" le preguntó él y ella le dijo que sí, que no se preocupara. Caminando despacio volvieron con los demás, pero cuando llegaron se encuentran a Koan recostado sobre los brazos de Ryuka, ella dándole golpecitos en la cara y Mina haciendole un torniquete en el brazo. Corriendo se acercaron. Sui le dijo a Akane que esa serpiente (señalando a una serpiente muerta en el suelo) había atacado a Ryuka y que Koan la había salvado, aunque al final le había acabado mordiendo a él. Mina le dijo que nunca había visto a una serpiente como esa, y que su veneno se extendía muy rápido. Akane extendió su mano sobre el brazo de Koan, pero no consiguió nada más que el pobre chico sufriera más.
Sin haber salido aún el sol, Mitsu cargó a su amigo en el caballo y fueron todos al pueblo más cercano, al cual llegaron una hora más tarde. Fueron rápido a buscar al médico del pueblo. Éste lo tumbó en una cama y le examinó la mordedura mientras Koan intentaba aguantar el dolor. El doctor le tomó la temperatura, 38.9. También las pulsaciones iban muy rápido. Mina, que había traído a la serpiente porque supuso que el médico necesitaría saber qué tipo fue, se la enseñó al doctor y al verla la cara que puso no fue muy buena. Le dijo que esa serpiente había mordido a varias personas el último mes y todas habían resultado muertas. Mitsu, muy preocupado, zarandeaba al doctor diciendole que tenía que salvar a Koan fuera como fuera! Mina agarró a Mitsu y le dijo que se calmara. El doctor le dio una medicina que había alargado un poco la vida de la última víctima, y así quizás podría encontrar una cura. Mitsu se lo agradeció. Ryuka estaba llorando, Sui y Kaito, en su hombro, intentaban animarla. Akane estaba muy callada. Yuki se le acerca "Si estás pensando que te tendría que haber mordido a ti, es que realmente eres tonta" Akane la mira con cara triste. "Seguro que tú puedes ayudarlo... así que piensa en la manera de hacerlo en vez de culparte a ti misma..." Akane entiendió en lo que dijo unas palabras de ánimo, así que decidió hacer caso. Las otras veces que había logrado grandes cosas con su poder fue porque una voz, posiblemente la de su hermana, la apoyaba. Ésta vez, era Yuki la que le daba fuerzas. Poco antes del amanecer, Akane llamó a la puerta de la habitación donde estaba Koan. Mitsu estaba a su lado, ya que el doctor le dijo que lo mantuviera despierto. Akane le dijo a Mitsu que se fuera a descansar, que ella se quedaba con él. Mitsu la abrazó diciendole que tenía miedo de que le pase algo. Ella le acarició la cara diciendole que todo saldría bien. Cuando Mitsu se fue, Akane miró muy decidida a Koan. Cerró el pestillo de la puerta y se dirigió hacia él, con la vara entre las manos. Yuki, que estaba afuera tomando el aire, porque no soportaba la tensión del grupo, vio una luz que salía de la habitación de Koan. Se asomó a la ventana y encontró a Akane haciendo magia. Con el extremo de la vara sobre la cabeza de Koan, Akane piensa que lo que hay que hacer es sacar el veneno. El cuerpo de Koan empezó a brillar. En su interior, el veneno se iba evaporando poco a poco. El médico se dirigía hacia la habitación, y al ver que estaba cerrada fue a preguntar a los demás que por qué había cerrado la puerta. Entonces oyeron un grito. Mitsu, corriendo se dirigió a la habitación. Koan estaba gritando. Empujó fuerte la puerta pero no se abría. En el interior, por la boca de Koan salió un gas liláceo. El veneno había sido eliminado. Akane cayó rendida de rodillas al suelo y apoyando la cabeza sobre la cama. Koan se durmió.
©Hikari
Sin haber salido aún el sol, Mitsu cargó a su amigo en el caballo y fueron todos al pueblo más cercano, al cual llegaron una hora más tarde. Fueron rápido a buscar al médico del pueblo. Éste lo tumbó en una cama y le examinó la mordedura mientras Koan intentaba aguantar el dolor. El doctor le tomó la temperatura, 38.9. También las pulsaciones iban muy rápido. Mina, que había traído a la serpiente porque supuso que el médico necesitaría saber qué tipo fue, se la enseñó al doctor y al verla la cara que puso no fue muy buena. Le dijo que esa serpiente había mordido a varias personas el último mes y todas habían resultado muertas. Mitsu, muy preocupado, zarandeaba al doctor diciendole que tenía que salvar a Koan fuera como fuera! Mina agarró a Mitsu y le dijo que se calmara. El doctor le dio una medicina que había alargado un poco la vida de la última víctima, y así quizás podría encontrar una cura. Mitsu se lo agradeció. Ryuka estaba llorando, Sui y Kaito, en su hombro, intentaban animarla. Akane estaba muy callada. Yuki se le acerca "Si estás pensando que te tendría que haber mordido a ti, es que realmente eres tonta" Akane la mira con cara triste. "Seguro que tú puedes ayudarlo... así que piensa en la manera de hacerlo en vez de culparte a ti misma..." Akane entiendió en lo que dijo unas palabras de ánimo, así que decidió hacer caso. Las otras veces que había logrado grandes cosas con su poder fue porque una voz, posiblemente la de su hermana, la apoyaba. Ésta vez, era Yuki la que le daba fuerzas. Poco antes del amanecer, Akane llamó a la puerta de la habitación donde estaba Koan. Mitsu estaba a su lado, ya que el doctor le dijo que lo mantuviera despierto. Akane le dijo a Mitsu que se fuera a descansar, que ella se quedaba con él. Mitsu la abrazó diciendole que tenía miedo de que le pase algo. Ella le acarició la cara diciendole que todo saldría bien. Cuando Mitsu se fue, Akane miró muy decidida a Koan. Cerró el pestillo de la puerta y se dirigió hacia él, con la vara entre las manos. Yuki, que estaba afuera tomando el aire, porque no soportaba la tensión del grupo, vio una luz que salía de la habitación de Koan. Se asomó a la ventana y encontró a Akane haciendo magia. Con el extremo de la vara sobre la cabeza de Koan, Akane piensa que lo que hay que hacer es sacar el veneno. El cuerpo de Koan empezó a brillar. En su interior, el veneno se iba evaporando poco a poco. El médico se dirigía hacia la habitación, y al ver que estaba cerrada fue a preguntar a los demás que por qué había cerrado la puerta. Entonces oyeron un grito. Mitsu, corriendo se dirigió a la habitación. Koan estaba gritando. Empujó fuerte la puerta pero no se abría. En el interior, por la boca de Koan salió un gas liláceo. El veneno había sido eliminado. Akane cayó rendida de rodillas al suelo y apoyando la cabeza sobre la cama. Koan se durmió.
©Hikari
