Last Century 36
Publicado por Hikari | Etiquetas: Last Century | Posted On martes, 14 de junio de 2011 at 10:03
Al día siguiente, por la tarde, todo estaba listo para introducir el alma de Azumi en su cuerpo. Estaba muy nerviosa, pero los científicos le aseguraron que no tenía por qué. Estuvo unos 20 minutos dentro de una máquina. Tardó una hora en volver a abrir los ojos, los científicos estaban preocupados por ello, pero al final todo resultó. Azumi se levantó poco a poco y le hicieron un estudio general del cuerpo.
Cuando por fin pudo pasear libre por Last Century, se encontró con Johnny, el peluche, por allí. Él le dijo que se alegraba de que estuviera bien, con una voz que mostraba algo de distancia entre ambos. Azumi le dijo que por qué no había vuelto a su cuerpo, y Johnny le contestó que él ya estaba bien así, que no tenía prisa. Eso Azumi se lo tomó como una ofensa y se fue a hacer otras cosas, cosas que como peluche no había podido hacer.
A partir de ese día, cada mañana, a las 7:00, Azumi había de ir a que le administraran energía. Era un proceso muy doloroso, ya que no tenía gema que mediara el paso de la energía, y su cuerpo no acababa de tolerarlo bien. El científico le informó que los primeros días podría resultar siempre así, pero que al final sería un proceso sin importancia. Y así, los días pasaban, y el estado de Azumi no variaba. No había rastro de la gema, y cada vez estaba más cansada y necesitaba más cantidad de energía. Johnny la veía cada vez más débil y decaída, así que fue a hablar con el grupo de investigadores.
Tres semanas pasaron del inicio del tratamiento. Azumi no podía más. Se pasaba los días estirada en la cama, en Last Century, puesto que ahora era allí donde vivía. Una noche, llamaron a la puerta de su habitación. Azumi, con una voz débil, dio permiso para que entraran. Jin, en su forma humana, abrió la puerta y, apoyado en el marco de la puerta, miraba con cara apenada a Azumi. Ella sonrió levemente diciéndole que tenía razón cuando la advirtió. Jin, sin decir nada, se sentó en la cama, junto a Azumi, que se incorporaba, apoyando la espalda en la pared.
© Hikari
Cuando por fin pudo pasear libre por Last Century, se encontró con Johnny, el peluche, por allí. Él le dijo que se alegraba de que estuviera bien, con una voz que mostraba algo de distancia entre ambos. Azumi le dijo que por qué no había vuelto a su cuerpo, y Johnny le contestó que él ya estaba bien así, que no tenía prisa. Eso Azumi se lo tomó como una ofensa y se fue a hacer otras cosas, cosas que como peluche no había podido hacer.
A partir de ese día, cada mañana, a las 7:00, Azumi había de ir a que le administraran energía. Era un proceso muy doloroso, ya que no tenía gema que mediara el paso de la energía, y su cuerpo no acababa de tolerarlo bien. El científico le informó que los primeros días podría resultar siempre así, pero que al final sería un proceso sin importancia. Y así, los días pasaban, y el estado de Azumi no variaba. No había rastro de la gema, y cada vez estaba más cansada y necesitaba más cantidad de energía. Johnny la veía cada vez más débil y decaída, así que fue a hablar con el grupo de investigadores.
Tres semanas pasaron del inicio del tratamiento. Azumi no podía más. Se pasaba los días estirada en la cama, en Last Century, puesto que ahora era allí donde vivía. Una noche, llamaron a la puerta de su habitación. Azumi, con una voz débil, dio permiso para que entraran. Jin, en su forma humana, abrió la puerta y, apoyado en el marco de la puerta, miraba con cara apenada a Azumi. Ella sonrió levemente diciéndole que tenía razón cuando la advirtió. Jin, sin decir nada, se sentó en la cama, junto a Azumi, que se incorporaba, apoyando la espalda en la pared.
- ¿Cómo estás? – preguntó Jin preocupado.
- Jin, yo… ¡lo siento de veras!
- Eso ahora no es importante. ¿Cómo estás? – preguntó ahora algo más serio.
- No puedo más… – dijo Azumi, tras un silencio, con lágrimas en los ojos.
- Debería haberte hecho caso – dijo acercándose a él.
© Hikari
Pobre Azumi... será cabezona... (TAT) Qué bonito el momento Jin/Azumi, pero me da miedo lo que le pueda llegar a pasar (T3T)