The Lost Light (37)

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On domingo, 6 de junio de 2010 at 10:44

En algún lugar de Rasofia, una misteriosa mujer (la llamaremos MM xD) seguía manejando los hilos para conseguir su objetivo.

Tori: Sumei ha caído.
MM: ¿Él también? Por favor... nunca miran la situación antes de actuar...
Shizel: Con mis respetos, creo que los malcrió un poco...
MM: Sí... quizás les di mucho poder de golpe... Está claro que si quieres algo bien hecho tienes que hacerlo tú misma.
Shizel: Si no le importa, me gustaría encargarme de ellos, para poder vengar a mis hermanos...
MM: Pues sí me importa Shizel, no quiero perder a nadie más.
Shizel: Pero yo creo que...
MM: Sí, eso que tú crees ellos también lo creyeron...
Shizel: Yo no soy ellos.
MM: Por eso mismo te quiero viva. No los infravalores y comentas alguna locura.
Shizel: Pero...!
MM: No hay peros que valgan.

MM les dijo a Tori y a Shizel que se marchara. Salieron de la sala grande donde estaban a una especie de hall, con dos escaleras a los lados y una gran alfombra roja con estampados dorados que cubría el suelo. Tori subió hacia arriba. Cuando ya no se le veía, Shizel, desobedeciendo las órdenes de MM, se marchó en busca de Akane. En la parte superior de la puerta de entrada, un halcón observaba fijamente la Shizel, que se marchaba a lo lejos. El halcón se alzó en vuelo y entró por una de las ventanas del edificio. Se paró en el brazo de Tori. Éste lo acarició y le miró a los ojos. "Muéstrame lo que haga Shizel." y el halcón salió volando de nuevo por la ventana.

El grupo de Akane, ahora que todos estaban ya recuperados, decidieron abandonar el pueblo bajo el consejo de Mina, que dijo que podría ser peligroso permanecer mucho tiempo en el mismo sitio. Yuki, sin embargo, quería quedarse. "Ishida y Balder han desaparecido... tenemos que esperarles..." a lo que Mina contestó "Tú bien supiste encontrarnos aún estando lejos. No creo que ellos dos tengan dificultad alguna." Yuki no se lo pudo discutir, y muy a su pesar, partieron todos, sin saber que el enemigo ya conocía su posición. Iban caminando por mitad de un llano, cuando vieron a lo lejos el reflejo del sol. Se acercaron a aquel reflejo y pudieron ver un hermoso espejo tirado en el suelo. Yuki se agachó a cogerlo cuando Mina le dijo que ni se le ocurriera tocarlo, que de él emanaba un poder oscuro. Akane se acercó y lo miró, preguntando quién lo habrá dejado allí en medio. Mirando su reflejo, éste se empezó a mover. Akane se apartó del susto, diciendo que su reflejo la había mirado y sonreído. Al principio Yuki se quedó pensando que Akane no había visto un espejo en su vida, pero entonces una figura salió del espejo, y era idéntico a Akane.

Por el cielo, vieron sobrevolar un halcón. El reflejo de Akane les miró y sonrió. Cuando la vieron bien observaron que la expresión de sus ojos era muy diferente a la de Akane. Los ojos del reflejo se veían vacíos. Empezó a caminar hacia ellos. Mina atacó, pero su ataque la atravesó. Los mismo pasó con los ataques de Ryuka y Yuki. La espada de Mitsu y el arco de Koan tampoco funcionaron. Akane también lanzó un ataque, pero lo que sucedió esta vez es que la luz se reflejó, tan intensamente, que por un instante dejó a los chicos sin visión. En ese corto periodo, el reflejo de Akane aprovechó para arrebatarle la vara a la Akane original. Akane corrió hacia ella, pero entonces el reflejo dejó caer la vara dentro del espejo. Mina esta vez atacó al espejo, pero alrededor de este había como un campo de fuerza que lo protegía. Ninguno sabía que hacer. Entonces, en la mano del reflejo apareció aquella pulsera gorda que llevaba Akane al principio que pasó a formar parte de la vara. E instantáneamente, Mina, Yuki, Ryuka y Kaito se volvieron a hacer pequeños en tamaño espíritu. Mitsu se dirigió corriendo hacia el espejo, mientras el reflejo de Akane avanzaba poco a poco hacia ella. Mitsu clavó la espada en el espejo, pero el campo de fuerza le impedía llegar a él. Aún así, él siguió haciendo fuerza. Poco a poco su espada iba penetrando en el campo de fuerza.

Koan recogió a los espíritus que parecía ser que habían perdido bastante fuerza, mientras Akane estaba de pie, bloqueada, viendo a su reflejo caminar hacia ella. Entonces en su cabeza, empezó a oír su propia voz. "Es culpa mía" "No soy capaz de lograrlo" "¿Por qué tengo que aguantar todo esto?". Akane, mirando su reflejo, pudó ver una sonrisa malévola en su rostro. Entonces en su cabeza empezó a oír otras voces. "¿POR QUÉ HAS HECHO ALGO ASÍ?" "Es inútil... por mucho que te esfuerces jamás conseguirás ganarme" "¿En serio crees que vales algo?". Akane se tapó los oídos y cayó al suelo de rodillas. "¡BASTA!" gritó. Todas esas frases eran recuerdos dolorosos para ella. Koan la vio y fue rápido a ayudarla. Las voces de su cabeza no paraban. Entonces, frente a ella y Koan se paró el reflejo, que estira su mano hacia ellos. El cristal negro de la pulsera empezó a brillar y una fuerza oscura empezó a brotar de ella. Koan pensó que estaban perdidos porque no podían matarla, mientras Akane seguía sufriendo por las voces en su cabeza. Entonces, Mitsu logró romper el campo de fuerza y por consiguiente, rompió el espejo. De él empezó a salir un gran poder que hizo caer a Mitsu. De los pedazos del espejo salió la vara flotando que empezó a brillar. El reflejo fue reabsorbido por los cristales del espejo. Las voces de la cabeza de Akane cesaron y los espíritus volvieron a recuperar su forma. Mitsu, con la vara en la mano, corrió hacia Akane para ver como se encontraba. Estaba algo exaltada por todos esos recuerdos dolorosos que ha revivido, pero se encntraba bien. Pensaron que por fin estaban tranquilos, pero entonces, los restos del espejo se transformaron en un polvo, que empezó a flotar e iba hacia ellos. Sin darse cuenta, lo inhalaron.




©Hikari

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