Bueno, ya por fin lo retomo!! Puse la encuesta pensando que a los dos días escribiría... y al final me rallé con los estudios y no he escrito xD Pero bueno, como ya dije ayer, toca retomar la rutina! Así que aquí estoy. Quería escribirla por la mañana... pero me he dormido (y también se me ha olvidado un poquito jajajaja). A ver que sale a estas horas xD

• Los que habéis votado, al igual que yo, pensáis que es divertido formar parejas xD Así que Arisu hará pequeños chanchullos para emparejar a esos dos.

Y ná, empecemos!

     Arisu miró de reojo a Mio mientras miraba los dibujos de Narahashi. Tenía una sonrisa dibujada en la cara, y se veía muy mona. Entonces se dio cuenta de que realmente se había quedado mirando a su compañera y no estaba mirando ningún dibujo.
     – Son muy bonitos – dijo Mio. Narahashi mostró una sonrisa de agradecimiento.
     – ¡Deberías pintar a Mio algún día! – exclamó Arisu sin pensar. Los dos, Mio y Narahashi, reaccionaron de la misma manera, con un leve sobresalto y mirando con los ojos bien abiertos a Arisu, mientras sus mejillas se sonrojaban por momentos. – ¿Qué?
     Narahashi asintió con la cabeza repetidas veces, y luego bajó la mirada, mientras Mio miraba los dibujos con una sonrisa tímida. A Arisu le hizo gracia que los dos tuvieran la misma reacción. Al pensarlo, los dos eran bastante iguales. La idea de que esos dos deberían ser pareja pasó por su cabeza, pero veía a Mio demasiado tímida para acercarse por ella misma un chico, y a Narahashi... lo veía exactamente de la misma manera. Así que quizá era ella quien debería de hacer algo al respecto.
     Mientras pensaba estas cosas, y el alma de Celestina surgía de su interior, Mayu tiró de ella por detrás. Ni siquiera se había dado cuenta de que había entrado.
     – ¿Qué haces hablando con esos dos? – preguntó Mayu en voz baja.
     – Hola a ti también... ¿Qué pasa?
     – Que son... – Mayu los señalaba, sin decir nada más. Su cara mostraba la dificultad que le suponía buscar una palabra que los definiera. – Raros...
     – Son simpáticos y amables. – dijo Arisu seria – No veo cual es el problema.
     Mayu parecía inquieta. Le molestaba que hablara con Mio y Narahashi, pero en realidad parecía más bien preocupada.
     – No muerden ni nada ja, ja – rió Arisu. – Deberías conocerlos, te caerían bien.
     – No... no creo que a las chicas les haga mucha gracia – comentó Mayu mientras se sentaba.
     Arisu sentía curiosidad en saber qué significaba aquello, pero cuando estaba a punto de preguntarle, Ebisawa entró en clase y les mandó callar.
     – Chicos, id sentándoos. – iba diciendo Ebisawa mientras se dirigía hacia su mesa.– Espero que estéis estudiando mucho. Recordad que la semana que viene empiezan los exámenes.
     La cara de Arisu se tornó pálida. Exámenes. No le había dado todavía tiempo a acostumbrarse a aquella escuela y ya tenía que ponerse a estudiar... De repente sintió un gran peso sobre sus espaldas.
     La hora de la comida llegó, y Arisu comió con Mayu y el grupo de amigas. Mientras hablaban, Arisu descubrió que los clubs la semana antes de exámenes estaban cerrados, así que aquella tarde la tenía libre, a no ser porque tenía que estudiar.
     – ¡Mirad, mirad! – todas las chicas se giraron en la dirección en la que Sakura indicaba. – ¡Es Fukuyama!
     Arisu se esperaba encontrar con Mio, pero al girarse se encontró con un grupo de chicos, en el centro del cual estaba un chico alto y muy guapo, con una sonrisa que le parecía haber visto antes.
     – Qué bueno que está... – dijo una de ellas. – Si las de tercero no estuvieran tan a la que salta con él, me acercaría a hablar...
     – Es raro que esté por aquí... normalmente está comiendo con su hermanita – dijo Sakura con rintintín.
     – ¿Quién es? – preguntó Arisu curiosa.
     – Ryoji Fukuyama, 3ºA. Al parecer el año pasado ganó el torneo interescolar de tenis.
     – Las chicas de 2º y 3º no hablan de otro tío... – comentó Mayu, mientras daba vueltas a su comida.
     – ¡Y con razón! – exclamó de repente Sakura. – es taaaaaaaan guapo. Pero para nosotras es prácticamente imposible acercarnos a él...
     – ¿En serio? – Arisu veía esa situación un tanto surrealista.
     – Sí. Hasta nos hicimos amigas de su hermana para ver si nos lo presentaba... ¡Pero la muy estúpida nos dijo que si queríamos hablar con él que fuéramos nosotras mismas!
     Apellidándose Fukuyama, y viendo la forma de la que hablaban de su hermana, estaba casi segura de que se trataba del hermano de Mio. Además, la sonrisa de él era igual a la de ella.

Empiezas a deducir el motivo por el cual las chicas odian tanto a Mio. Que su hermano esté en la cafetería, parece significar que Mio está comiendo sola. Te da un poco de lástima que esté ella sola, pero por otro lado, la conversación en la mesa se está poniendo interesante... ¿Qué haces?

• Me voy a comer con Mio.
• Me quedo, quiero saber como termina la conversación...

Y nada, eso es todo por hoy jeje He andado muy distraída mientras escribía... creo que los exámenes me han matado las neuronas xDD O que necesito dormir, también puede ser jajaja



© Hikari