Bueno, mañana me voy de finde :D Con todo el trabajo que he tenido estos días, esto es lo máximo que he podido avanzar de Hana. Lo siento =.=. He dejado un par de entradas programadas (para el domingo y para el lunes), así que supongo que el martes nos volveremos a ver, ahora sí con más historia :) Saboread las migajas que os traigo.

Cuando llamó a su puerta, abrió él. Hana le esperaba fuera sonriendo. Él la miró y se quedó callado. Hana dio un chasquido delante de sus ojos para que reaccionara. Ryosuke se rió y la dejó pasar.

Su hermana estaba en la habitación de él, que estaba en su ordenador hablando con sus amigos por internet. Así que se quedaron en el salón. Mientras Hana esperaba, Ryosuke había ido a la cocina a por un par de refrescos y unas patatas para picar.

-     ¿Y cómo quieres hacer las fotos? – preguntó Hana, mientras Ryosuke se sentaba.

-      Pues no sé. Por eso te pregunto – Ryosuke se encogió de hombros mientras reía.

-      Bueno, ya. ¿Pero no tienes ninguna idea?

-      Qué va…

Hana puso morritos al ver la poca colaboración que tenía de su amigo, a quien había venido a ayudar. Se apoyó en la mesa, con la vista al techo, intentando pensar en algo. Pero ninguna idea venía a su cabeza.

-      ¡Bueno! – exclamó Hana de golpe. – Lo que podemos hacer primero es apuntar en un folio todas las emociones que se pueden expresar. ¡Es que vaya trabajitos que os mandan!

-       Ya ves – Ryosuke suspiró –. A mí esta mujer me trae de cabeza.

-  ¿La profesora? – Hana dibujó una sonrisa burlona – Pues a mí me ha dicho Natsumi que tú a ella le gustas bastante. ¿No coquetea contigo? ¡Ja, ja, ja, ja!

Ryosuke la miró serio, mostrándole que no le agradaba el comentario. La mirada enfurruñada del chico sólo causaba más risa a Hana.

-          Cuando veas te dejas de reír – dijo él, cansado de las burlas sobre ese tema.

-          Ja, ja. Perdona – Hana se tapó la boca con la mano, intentando contener la risa.

-       Ya – Ryosuke se levantó de su asiento –. Voy a por un folio para que te puedas reír tranquila.

Hana lo miró risueña mientras se marchaba. Cogió una patata del pequeño plato sobre la mesa. Mientras la saboreaba, abría la lata de refresco que Ryosuke había traído antes. Después de echar un sorbo directamente de la lata, Hana miraba las fotos de Ryosuke y su hermana de pequeños, que sus padres tenían puestas en varios marcos en el mueble del salón.

Mientras contemplaba las fotos, apareció Ryosuke con su cámara colgando del cuelo, y un folio de papel y un bolígrafo en la mano.

-      ¿Qué mirabas? – preguntó él mientras se sentaba.

-     Las fotos de pequeño – dijo Hana risueña. – Todavía recuerdo las carreras que nos echábamos, je, je.

-     Por aquel entonces era más fácil ganarte – dijo Ryosuke nostálgico. Hana sonrió. – Por cierto, por reírte de mí te va a tocar hacer de modelo – sacó una foto de Hana.

-   ¿Qué? ¡Quita la cámara! – decía apartándolo con el brazo. – Yo no soy fotogénica. Además que me da vergüenza.

     Las excusas de Hana no tenían peso alguno para Ryosuke, quien ya había decidido quien aparecería en las fotos de su trabajo. Al final Hana acabó cediendo.

© Hikari