Ansiedad
Publicado por Hikari | Etiquetas: Historias Cortas | Posted On martes, 9 de agosto de 2011 at 13:00
Encerrada. Falta el aire. Quieres salir pero no puedes. Eres libre y aún así estás encerrada. Miras al cielo y ves el sol, iluminándolo todo, dando vida a la tierra, pero lo único que ves tú a tu alrededor son las largas sombras que proyecta, que te persiguen, te acechan y te aterran, como si fueran pequeños monstruos que te devoran el alma. Y quieres huir pero no puedes.
Sigues encerrada entre cuatro paredes que te oprimen y te absorben, con gente que sólo roba tu espacio, te quita el aire, y te ahogas un poco más. Risas a tu alrededor, que te taladran los oídos, que desearías poder dejar de oír, que desearías poder hacer callar. Sientes que no te ven, y si te ven les da igual, y acaban dominando tu espacio, y el mínimo cambio tiene repercusiones en todo tu mundo.
Lloras y gritas, dejando fluir la rabia. Pero si nadie te escucha de nada sirve. Si a nadie le importa de nada sirve. Y la presión en el pecho te impide respirar. Y caes, rendida, ante un mundo que está en tu contra, y tú has perdido las fuerzas para luchar, y has perdido el aliento para vivir. Sólo eres un trasto inútil e incapaz de hacer nada, que ha sucumbido a un mundo que siempre espera algo de ti, exigente y egoísta, sin un ápice de compasión.
Y abres los ojos, y respiras hondo. Y las fuerzas vuelven. Si el mundo está en calma, te recuperas por completo; si, por el contrario, se muestra ofensivo, se te vuelve a llevar la vida. Por lo que cortas la comunicación con tu entorno, para poder llegar a estirar tu mano y ver la luz que se refleja y no la sombra que se extiende tras ella.
© Hikari
Sigues encerrada entre cuatro paredes que te oprimen y te absorben, con gente que sólo roba tu espacio, te quita el aire, y te ahogas un poco más. Risas a tu alrededor, que te taladran los oídos, que desearías poder dejar de oír, que desearías poder hacer callar. Sientes que no te ven, y si te ven les da igual, y acaban dominando tu espacio, y el mínimo cambio tiene repercusiones en todo tu mundo.
Lloras y gritas, dejando fluir la rabia. Pero si nadie te escucha de nada sirve. Si a nadie le importa de nada sirve. Y la presión en el pecho te impide respirar. Y caes, rendida, ante un mundo que está en tu contra, y tú has perdido las fuerzas para luchar, y has perdido el aliento para vivir. Sólo eres un trasto inútil e incapaz de hacer nada, que ha sucumbido a un mundo que siempre espera algo de ti, exigente y egoísta, sin un ápice de compasión.
Y abres los ojos, y respiras hondo. Y las fuerzas vuelven. Si el mundo está en calma, te recuperas por completo; si, por el contrario, se muestra ofensivo, se te vuelve a llevar la vida. Por lo que cortas la comunicación con tu entorno, para poder llegar a estirar tu mano y ver la luz que se refleja y no la sombra que se extiende tras ella.
© Hikari
Que literarios te quedan estos textos ^^ que provoquen las sensaciones que describen significa que están bien hechos =)