Intentando dibujar una sonrisa que demuestre lo feliz que he sido este tiempo, a pesar de la triste verdad que reflejan mis ojos; esto se acabó. Se acabaron los paseos por la ciudad esperando a que llegue la hora para entrar. Se acabaron los desayunos, que entre cafés y risas daban comienzo a la mañana. Se acabaron las charlas en esa mesa redonda, vestidos con pijamas verdes reciclados, tan característicos.

Llegué a admirarlos. El reflejo de alguien como yo, en quien los años muestra la experiencia de miles de batallas libradas, y cientos de victorias en la cabeza, y decenas de derrotas en el corazón, todas con nombre y apellido. Y ni uno solo faltaba en su memoria.

Y ese camino que recorrí cientos de veces, del cual me conozco hasta las piedras, dejaré de pisarlo. Y el color amarillo dejará de marcar mi trayecto, y dejarán de acogerme en ellas las cuatro paredes pintadas de ese mismo color... Hasta que el tiempo decida.

Y sus caras estarán grabadas en mi memoria, y sus nombres presentes en mis palabras, y su afecto, sus risas, sus enseñanzas los guardaré en mi alma, como un pequeño cofre que esconde grandes tesoros. Realmente eran grandes personas disfrazadas de la seriedad que otorga el blanco.

A pesar del poco tiempo que nos unió, y las diferencias que hay entre nosotros, los echaré de menos. Gracias por todo :)


Oh... el último día de prácticas, cuando estaba ya en la parada del bus, me di cuenta de mi cara de idiota mirando hacia el hospital. Y cuando por fin fui consciente de que ya había acabado, me dio el bajón... porque realmente disfruté mucho con esas prácticas y se portaron muy bien conmigo :( Así que en vez de ponerme a llorar como una tonta, cogí el móvil y empecé a escribir :D Igual pensáis que es demasiada exageración para algo tan tonto (adelante, pensadlo, yo también lo pienso xD), pero en ese momento, y con las hormonas librando batallas por el organismo (xD) es lo que me salió jaja.


© Hikari