Juego de Imaginación

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On domingo, 14 de octubre de 2012 at 19:37

Bueno, primero de todo, decir que tengo muuuuuucho sueño! Ayer salí y mi cerebro sigue durmiendo xD En fin, de la salida de ayer saco dos conclusiones:
  • Que hacía mucho que no salía y me falta entrenamiento tanto físico como mental xD
  • Que soy lo suficientemente friki como para acordarme de la secuencia de los rabbids cuando me pusieron la canción de "Girls just wanna have fun" y darlo todo bailando Gangnam Style xDDD

Bueno, vamos a escribir la historia.... preveo que será una de esas veces que me pasaré tooooooda la tarde escribiendo buscando inspiración en el movimiento de los toldos del bloque de enfrente xDDD
¡Respuesta!
  • La respuesta de Shuka triunfó! jajaja Así que saldrán todo el grupito a animar a Mayu!
A ver, primero tengo que recordar en qué día de la semana están, para ver quién tiene club y quién no jaja A coñe, sábado, es verdad jajaja


     Era mejor quedar con alguien aquella tarde. Había pasado una semana tan ajetreada que le apetecía descansar rodeada de sus amigos. Además, sentía que Mayu la necesitaba. Miró a Mio de reojo. Seguro que se apuntaba, por lo menos durante la hora de la comida habían estado bien, incluso con la presencia de su hermano. Era una buena chica. Quizá también le apetecía venir a Daiki. Mayu siempre había pensado que era un chico raro, pero estaba segura que la felicidad inocente de aquellos dos la podían animar un poco.
     –¡Mayu! – las clases habían terminado. Tomando a Mio de la mano la arrastró a la mesa de Mayu para preguntar si tenía algún plan.– ¿Te apetece venir con nosotras a tomar algo? Daiki también viene.
     Daiki, que no sabía nada, levantó la mirada sorprendido.
     –Ah. ¿Yo también? –rió.– ¿Y si ya tengo planes? –se hacía el interesante.
     –Pues si no te va bien, nada –Arisu lo miró pocos segundos, para devolver su mirada suplicante a Mayu. Mio rió contemplando el rostro derrotado de Daiki, que tras recoger sus cosas se unió a ellas dos para intentar convencer a Mayu.
     –No sé –tanta gente a su alrededor la hacía sentir presionada. Pero que quisieran contar con ella la hizo sentir importante, querida.– Bueno, está bien. –dijo finalmente sonriendo.
     Arisu le envió un mensaje a Chie, por si quería ir después del entrenamiento a una cafetería del centro que Mio les había recomendado. Era un sitio tranquilo, barato, y donde podías hablar tranquilamente ya que solía estar bastante vacío. Poca gente lo conocía.
     –Manabe... –recordó después de enviar el mensaje a Chie. Él también tenía club, y le había pedido que fuera a verle. No sabía si enviarle un mensaje diciéndole que no iba a ir, o no decirle nada, porque a fin de cuentas ella no le debía ninguna explicación. Finalmente le acabó informando, porque tampoco quería que se hiciera ilusiones esperándola.
     Llegaron finalmente a la cafetería. Tenía la entrada, de algún modo, oculta en un callejón entre dos calles. Había que bajar unas escaleras para acceder al local. Desde fuera daba bastante miedo, pero dentro era una cafetería bastante típica y tradicional. Muy acogedora.
     –¿Cómo descubriste este lugar? –preguntó Daiki curioso, contemplando el entorno.
     –Me perdí –dijo riendo tímida–, y acabé aquí.
     Arisu rió, pensando que aquello sólo podía pasarle a alguien como Mio. Mayu sonreía, pero estaba ausente. Sin rodeos y sin ningún tipo de tapujos, Arisu le preguntó por Sakura.
     –Pues... –tras unos segundos de silencio se decidió a contar lo sucedido– Ha venido cabreada, porque pasaba de ellas, porque me juntaba contigo –miró a Arisu de reojo–. Yo le he dicho que me caían bien y tal, pero que no estaba de acuerdo en cómo hacían las cosas...
     –¿Y bien? –aquellas palabras no podían haberla dejado en el estado en que la dejaron, y Arisu quería saber qué era lo que le había dicho. Mio y Daiki también sentían curiosidad, pero al no tener confianza con ella no se mostraban tan insistentes.
     Mayu suspiró y los miró a los tres, cabizbaja. Después fijó la mirada en el reborde de la mesa.
     –Que si quería ser tan mierda como mis nuevos amigos tan sólo tenía que ser yo misma, que ya me caería toda la porquería encima.
     Los tres quedaron en silencio, sintiéndose humillados por las palabras de Sakura. Arisu no sabía qué decir. Conocía el deseo de Mayu por ser reconocida, por ser alguien, y aquellas palabras seguro la habían hecho sentir gris de nuevo.
     –Yo te prefiero así –dijo entonces Mio. Los tres la miraron, sorprendidos. Quizá ninguno se esperaba, ni siquiera ella misma, que ella fuera la primera en hablar a favor de Mayu–. Cuando finges ser perfecta todo lo malo resalta más. Pero cuando tienes toda la porquería encima tus virtudes brillan con más fuerza.
     Aquella también era una respuesta que sólo Mio podría dar. Las otras dos chicas sonreían ante aquella respuesta tan inusual.
     –Y además –quiso añadir Daiki a la respuesta de Mio–, toda tu mierda se llamaba Sakura, y que yo sepa eso ya te lo has quitado de encima. –las chicas se quedaron sorprendidas con una respuesta tan brusca como aquella, y él se dio cuenta. De pronto se sintió avergonzado.– ¿O no?
     Las tres chicas empezaron a reír. Le era extremadamente raro que aquellos dos personajes sentados enfrente suyo la intentaran animar después de lo que había dicho sobre ellos. Y lo más extraño de todo es que de verdad lo hubieran conseguido.
     Una hora después, Chie y otra compañera de baloncesto se habían unido a la reunión, que había dejado de ser una excusa para animar a Mayu y se había convertido en una divertida charla entre amigos.
     Entraron Chie y Arisu en su habitación, después de despedirse del resto de gente. Arisu estuvo poniendo al día a su compañera. Los mensajes de Manabe, los ensayos con Harada, lo sucedido entre Sakura y Mayu.
     –¿Y todo en una semana? –preguntó Chie sorprendida– A tu lado es imposible aburrirse –rió.
     –Sí... –afirmó agotada–. Es como si estuvieran jugando con mi vida... No me dejan descansar.
     Al día siguiente, antes de ponerse con la tarea, llamó a su madre para comunicarle que iba a participar en un recital con un compañero del instituto. Iba a tocar con el mismo chico del que ya le había hablado antes, y eso le hizo cambiar el tono de voz de "mamá" a "cotilla", de modo que empezó de nuevo el interrogatorio sobre las virtudes de aquel chico. Después de cinco minutos intentando hacerla callar, se despidieron.
     Poco antes de la media tarde, Arisu ya había terminado la faena para el día siguiente, y ahora tenía que buscar algo para hacer.

¡PREGUNTA!
De nuevo otra vez buscas algún plan. Después de la tarde anterior tienes el teléfono te todos tus amigos, así que piensas en llamar a alguno de ellos. Otra opción es pasarte la tarde jugando, o quizá tocando la guitarra y componiendo, que hace mucho que no lo haces. ¿Qué haces?

  • Llamo a alguien (a quién?- comentario puede ser a más de uno)
  • Me pongo a jugar
  • Cojo la guitarra e intento componer algo

Ay, pequeña Arisu. ¿Quién juega contigo? =w= jajajaja Y nada, eso es todo jaja He de decir que he dejado la historia a la mitad porque me he ido a ver Pretty Woman, que, aunque no os lo creáis, no la había visto nunca xDD Me ha gustao =w=

Como la semana pasada, si no llego al sábado con 4 votos, lo dejaré una semana más! Ya no pensando en dejarlo en ámbito privado, si no para dar tiempo a leerlo jeje


© Hikari

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