Juego de Imaginación

Publicado por Hikari | Etiquetas: | Posted On domingo, 28 de octubre de 2012 at 16:36

Bueno, hoy por fin juego! Mira, porque recuerdo lo que salió, pero no sé por qué se han borrado los resultados de la encuesta xD Suerte de los comentarios también jajaja

  • Pues.... xD Tal y como dijo Carlos, y que Shuka montó la película.... Quedará con Manabe y se encontrarán con Harada xD Como la liáis! 

     Estaba aburrida, mirando al vacío con su mano soportando el peso de su cabeza. Chie había salido y no tenía con quien hablar, así que cogió el móvil pensando en llamar a alguien. Cuando lo tuvo entre sus manos recordó que Manabe llevaba dos días enviándole mensajes cada día, pero ese domingo no había recibido nada. Posiblemente se había olvidado, o quizá ni siquiera estaba pendiente del móvil al ser día festivo, pero Arisu no pudo evitar pensar que quizá estaba molesto por no haber ido al entrenamiento como él le había pedido.
     – "Hola" –escribía en un mensaje de texto en el móvil para Manabe– "T apetece dar 1 vuelta?"
     Conforme lo escribía se iba arrepintiendo de ello, y decidió no mandarlo. Tampoco sabría de qué hablar con él, y si lo hacía sólo para quitarse culpa de encima, no estaría bien. Pero en el momento de eliminar el mensaje le dio a enviar sin querer.
     – ¡Nooo! –exclamó nerviosa– Jo...
     Estaba lamentándose por ser tan torpe, cuando el móvil empezó a vibrar. Fueron sólo unos segundos, por lo que debía ser la respuesta a su mensaje. "Q sorpresa! :O Claro q mapetece :) Kedamos en 1h en la puerta d tu dormitorio?". Arisu no sabía qué hacer. Siendo ella quien lo había propuesto, no le quedó más remedio que mandarle un "OK" y empezar a arreglarse. Vestía una camiseta negra de manga corta con escote en U y la silueta de una mariposa blanca pintada, unos pitillos tejanos claros y sus cuñas de dos centímetros.
     Llevaba tres interminables minutos esperando en la puerta, sintiéndose nerviosa y sin saber cómo había llegado a aquella situación, cuando apareció Manabe. Él llevaba una camisa azul abierta sobre una camiseta básica blanca, vaqueros y deportivas, y escuchaba música con sus cascos rojos. Nunca lo había visto vestido de calle, se veía aún más guapo.
     Uno parado frente al otro, parecía que ninguno de los dos sabía qué decir. Fue Manabe quien rompió el silencio.
     – No esperaba que me invitaras a salir –se le veía tan natural, tan tranquilo, que a Arisu le daba rabia sentirse así.
     – Siento no haber ido a verte entrenar –dijo algo avergonzada.
     – No tenías por qué hacerlo –rió él, echándose hacia delante para ver mejor la cabeza gacha de Arisu. Al ver que no había respuesta siguió hablando.– ¿Te apetece dar una vuelta por el centro?
     Arisu asintió, y se dirigieron juntos a la parada del bus. Durante el trayecto, Manabe iba hablando, y Arisu sonreía o reía según la conversación lo requería, pero no hacía ni decía nada más. Intentaba comportarse con naturalidad, pero con cada cosa que decía se veía forzada, y no sabía cómo solucionarlo. Ya caminando, pasaron por al lado de una tienda de música, y sin poder evitarlo, Arisu se quedó mirando unos segundos el escaparate mientras Manabe seguía hablando.
     – ¿Quieres entrar? –preguntó él, percatándose del interés que mostraba.
     – Ah... –Arisu rió tímida– Si no te importa...
     Manabe alzó su mano en dirección a la tienda, para que entrara. Él la siguió después. Había sentido curiosidad en un teclado que estaba puesto en el escaparate. Obviamente no podría tener un piano en la habitación, pero quizá con el teclado no había problema, y de esa manera se evitaría entrar a escondidas en la sala de música.
     – ¿Les puedo ayudar? –vino el dependiente a ofrecer su consejo.
Mientras Arisu hablaba con él, Manabe se fue a mirar las guitarras eléctricas que estaban expuestas en la pared de la derecha del establecimiento.
     – ¿Iwakura? –sintió que la llamaban. Por encima del hombro del dependiente pudo ver a Harada.– ¿Qué haces por aquí?
     – Ah –el dependiente se disculpó y se dirigió hacia otro cliente.– Estaba pensando en comprarme un teclado.
     – Hay una tienda más barata cerca del instituto –le susurró vigilando que el dependiente estuviera lo suficientemente alejado para no oírlo.
     – ¿Ah, sí? –Arisu sintió curiosidad– ¿Y están bien los instrumentos?
     – Sí, son buenos –Harada se cruzó de brazos sonriente.– De hecho es la tienda de mi hermano mayor.
     – De ahí la publicidad, ¿no? –lo señaló risueña después de descubrir el truco detrás de todo. Él rió. Le resultaba extraño estar tan de buen rollo con él. Tal vez el último día en el ensayo vio que ella no era alguien de quien debería reírse, o tal vez sólo la trataba bien porque había accedido a ayudarle– Por cierto, ¿el recital era el domingo que viene, o al otro?
     – El que viene, ya... –parecía algo nervioso por el tema, aunque siempre parecía tenerlo todo bajo control. Le hacía gracia verlo así.– ¿Podrías reservarte las tardes libres que tengas para ensayar?
     Los dos hablaban sobre el tema, cuando Manabe se percató de que un chico desconocido para él hablaba con Arisu. Por algún motivo sentía algo de rabia. Se acercó a ellos para saber de qué hablaban.
     – Pues entonces quedamos así –dijo para terminar la conversación Harada. Entonces vio a Yoshi que se acercaba por detrás a Arisu y lo miraba desconfiado. Ella lo miró para ver quien era, y al verlo sonrió tímida– Siento haber interrumpido la cita–rió.
     – ¿Eh? –Arisu no pudo evitar sonrojarse– No, si esto no...
Pero Harada se despidió con la mano y se marchó, sin escuchar lo que Arisu intentaba explicarle.
     –¿Quién era? –preguntó Manabe curioso.
     Arisu le explicó que era un compañero del instituto que había conocido en el aula de música, y que iba a colaborar con él en un recital tocando el piano. Todo mientras caminaban sin rumbo hacia otro destino. Por fin sentados en una cafetería, la misma donde fueron la vez anterior, parecía que ninguno de los dos tenía ganas para iniciar una conversación.
     – Cuéntame algo sobre ti –le pidió él, rompiendo el hielo como solía hacer estando con ella.– Realmente te conozco muy poco. Y tampoco te abres mucho –rió.
     – Ah –sonrió tímida.– No sé. ¿Qué quieres que te cuente?
     – Lo que tú quieras.


Ha llegado el momento de abrirse. Manabe quiere saber cosas sobre ti, pero qué es lo que le quieres contar sobre ti exactamente?

  • Sobre mis padres
  • Sobre los instrumentos que toco
  • Sobre la gente del instituto
  • Sobre los problemas que he tenido en el instituto
  • Sobre mis fobias
  • Sobre mis gustos 
  • Sobre otra cosa que escribiréis en un comentario xD
y nada, ya está xD Esta vez es multirespuesta, pero os agradecería que no las seleccionarais todas para no saturar al pobre muchacho xDDD


© Hikari

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